Escribir poemas es un gozo incomparable: Óscar de Pablo
Comunicado No. 1376/2011
08 de julio de 2011
***Presentó anoche su obra más reciente: El baile de las condiciones
***Lo acompañaron Alejandro Albarrán, Marisela Guerrero y Hernán Bravo Varela

El sentimiento dominante que tengo hacia quienes han querido compartir mi poesía es de gratitud. Uno escribe para llegar a otra inteligencia que es lo que completa el ciclo, pero esa inteligencia puede ser la de uno mismo en otro momento. Uno descubre o revela verdades para el otro y también para sí. Lector y autor forman parte de una misma sociedad que se enriquece con los descubrimientos de la poesía.
Así lo expresó anoche Óscar de Pablo en la Casa del Poeta Ramón López Velarde, al hablar de su más reciente libro: El baile de las condiciones (Colección Práctica Mortal) publicado por la Dirección de Publicaciones del Conaculta.
En la segunda sesión de promoción de la obra en la Ciudad de México —la primera vez fue en Jalapa— participaron los escritores Alejandro Albarrán, Marisela Guerrero y Hernán Bravo Varela, como moderador.
Ante colegas, la mayoría de ellos jóvenes como el mismo Óscar de Pablo (1979), el autor expresó una de sus preocupaciones: "Algo muy importante está pasando con la poesía joven en particular, no sé si para bien o para mal, pero estamos viendo un cambio fundamental que puede ser muy interesante para la generación joven y sin embargo está oculta por su falta de presencia en las grandes editoriales y en las grandes librerías".
Así que hizo un llamado a sus contemporáneos para que "no se pierdan de este hecho histórico que está teniendo lugar a nuestro lado, pero de manera casi secreta. La forma para no perdérselo es la de estar muy pendientes a las lecturas de poesía y a las presentaciones de libros para vivir este acontecimiento".
Autor de Sonata para manos sucias (2005) y becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, en su programa Jóvenes Creadores, en 2006 y 2009, se refirió a El baile de las condiciones, recopilación de poemas escritos a lo largo de 2006 y 2010. "Que de manera espontánea tienen una unidad y reside en un cierto entendimiento de la poesía, en una poética y también en un cierto tema en el sentido amplio, que sería la de someter las relaciones humanas a una mirada crítica a través de estos poemas".
"Me interesa hacer una mirada crítica a las relaciones humanas por la situación que vivimos en el país y en el mundo, que es en cierto modo intolerable. Nada debe estar por encima de la crítica y de la inteligencia de cada quien. Mi poesía es un instrumento de esta crítica.
Pero es también mi trabajo y mi oficio, palabras a las que les tengo mucho respeto. Escribir poemas es un gozo incomparable, poder decir cosas y descubrirlas de ninguna otra manera se consigue sino de esta forma. Por eso para mí significa un gran placer pero también me da miedo pensar en cómo hacer el siguiente poema y preocuparme de que no sea el último porque es un misterio cómo llegan a uno los poemas. Siempre tenemos miedo de que el poema que escribimos haya sido el último".
"Esa reflexión es muy común en los creadores, especialmente de poesía porque ser poeta no es una carrera que uno pueda planificar de antemano, uno no escribe o publica porque toque sino porque siente que es necesario hacer ciertos descubrimientos y transmitirlos. Si no viene el descubrimiento no hay nada que hacer".
Desde muchos ángulos varios poetas lo han "conformado, por un lado la tradición sonora de nuestra lengua, que viene de los poetas de La Generación del 27, sobre todo Miguel Hernández y Nicolás Guillén, quienes tomaban en cuenta el sonido de las palabras en la poesía. Pero todavía más que ellos, aquellos escritores que han incorporado la crítica tanto a la sociedad como a la propia poesía como Bertold Brecht y Roque Dalton".
No fue lector de la tradición mexicana, "pero los que actualmente me interesan son por un lado, mis propios contemporáneos que han sido quizá la influencia que debía haber mencionado al principio: Luis Felipe Fabre, Alejandro Albarrán, Marisela Guerrero, Pablo Abramo, Minerva Reinosa, Rodrigo Flores, entre otros. Mirando hacia otras generaciones, en particular me interesa y me han dicho mucho: Gerardo Deniz y Jaime Reyes".
De Pablo vive una "sed de comunión con los demás. Me preocupa la búsqueda del otro que está fuera de mí y sin el cual yo no existiría, si no es gracias a la relación con los demás. Si no fuera por la poesía no estaría tan agudamente consciente de hasta qué punto necesito la interlocución con el otro, hasta qué punto no soy alguien que pueda simplemente decir cosas, sino que necesito a mi vez escuchar del otro y relacionarme bilateralmente con los demás, tanto los personalmente conocidos, como los mediados por la cultura: la gente que uno lee, que uno escucha, a los músicos, etcétera".
"La sociedad necesita de todos los poetas, —dijo el escritor de Debiste haber contado otras historias (2006) —de los trabajadores y de quienes ejercen los oficios, de cualquier persona que esté ubicada en esa sociedad y esté siendo víctima de la problemática que sufrimos todos. Todos debemos participar en la transformación de la sociedad. Los poetas no estamos exentos de ese deber somos parte del conjunto de quienes trabajan y sufren. Mis temas y preocupaciones tienen que ver con las verdades profundas y esenciales que tocan el conflicto y las relaciones humanas y esas verdades se manifiestan a través de situaciones concretas, históricas y visibles como son los episodios de nuestra vida".