Recuerdan a Josefina Vicens a 100 años de su nacimiento
Comunicado No. 2591/2011
24 de noviembre de 2011
***En la mesa-homenaje organizada por el Conaculta participaron María Luisa Mendoza, José de la Colina, Aline Pettersson, Christopher Domínguez Michael, Brenda Lozano y Gabriela Cano
En una velada donde las remembranzas tejieron su propio manto de reflexiones en torno a la vida y obra de Josefina Vicens, escritores y ensayistas rindieron homenaje a la autora de El libro vacío, a 100 años de su natalicio.
En el auditorio del Centro Cultural Bella Época se reunieron María Luisa Mendoza, José de la Colina, Aline Pettersson, Christopher Domínguez Michael, Brenda Lozano y Gabriela Cano, quienes coincidieron en que el legado de la escritora nacida en Tabasco es uno de los más brillantes de nuestro país.
Gabriela Cano recordó que en 1986 realizo una entrevista con Josefina Vicens, quien era una conversadora de primera y quien compartió recuerdos de su vida pública y en la literatura a lo largo de muchas tardes, en su casona de la colonia Narvarte.
“Además de ser una notable escritora, fue una de las primeras mujeres que participaron en la función pública, teniendo una importante presencia en el sector agrario, además de ser una mujer enamorada de la cultura y que solía realizar numerosas tertulias literarias con los intelectuales más importantes de su época”.
Como valiente y feroz definió María Luisa Mendoza a Josefina Vicens, a quien recordó como una mujer con cuerpecito de torero y cabello corto, que entre los amigos era conocida como “la peque” Vicens.
“Fuimos académicas de cine durante siete años, tiempos en los que premiábamos a aquellos talentos inolvidables que estaban creando nuevos caminos para el cine nacional. Yo conseguía los guiones de Josefina a escondidas de su pudor y me sorprendía ante su talento, recuerdo sobre todo uno que se desarrollaba en un cementerio”.
Afirmó que Vicens defendía sin discriminación a las mujeres y los desamparados, siendo una notable teóloga de la igualdad que se entregaba a cualquier causa que consideraba justa.
“Su gran categoría literaria se posa orgullosa sobre su claridad y el dominio del idioma, la suya fue una vida rica, de deberes cumplidos, cualidades que se transformaron en el verdadero sentido de su existencia”, dijo María Luisa Mendoza.
José de la Colina, mencionó que Vicens “es uno” de los más valientes autores que existen en nuestra literatura. “Y digo autores, en masculino, porque a través de su obra esta escritora trascendió las etiquetas de los géneros”.
Comentó que la gran originalidad de El libro vacío radica en que es un triunfo de la escritura sobre el tema del fracaso en la literatura, siendo un libro realizado alrededor de un hueco, de un silencio, de ese libro que intenta escribir el personaje central llamado José García.
“Esa complejidad, ambigüedad y riqueza del libro continúa sorprendiendo, siempre he creído que las grandes obras literarias no tienen un solo argumento, ella nos cautiva narrando las vivencias de ese hombre mediocre que intenta escribir y que no cuenta un solo argumento, sino por el contrario, está eternamente a la búsqueda de éste”.
Y agregó: “Éste personaje aparentemente tan gris, tan plano, es uno de los grandes héroes de nuestra literatura, porque a cada momento José García nos muestra el drama de la escritura y a la vez su lucha y su guerra contra el silencio”.
Aline Pettersson mencionó que a Josefina Vicens hay que conocerla tanto a través de su vida como por sus libros, pues ambas facetas la conforman como un ser humano de profundidades insondables.
“Quienes tuvimos la fortuna de conocerla, percibimos siempre a una persona muy polifacética que lo mismo gustaba de jugar póker, que escribir sobre toros, que entablar largas conversaciones con los intelectuales de su época”.
Christopher Domínguez Michael afirmó que la literatura mexicana tiene entre sus libros más importantes obras cortas y concisas, siendo El libro vacío el que se inscribe en una minoría selectísima, junto a obras de Gorostiza y Juan Rulfo.
“El libro vacío es una lección de dominio estilístico donde la escritora tiene un absoluto control de su universo, convirtiéndolo con ello en una obra clásica, cuyo contenido se va renovando y puede ser leído en cualquier momento”.
Aseguró que las grandes explicaciones sociales de lo que Josefina Vicens estaba viviendo en esa época son narradas claramente en El libro vacío, siendo una obra didáctica para el medio siglo siguiente a su aparición.
Y concluyó: “En el centenario del nacimiento de esta autora, sólo quiero agregar que mientras haya literatura mexicana, existirá El libro vacío”.
Finalmente, Brenda Lozano, dijo que Josefina Vicens tenía entre sus grandes sueños de la niñez vagabundear por el mundo con una bolsa de tela colgada al hombro.
“Nunca lo hizo, pero se convirtió en una gran escritora. En mi opinión, Pedro Páramo y El libro vacío son dos de las grandes obras de la literatura mexicana, ella no buscó en su obra respuestas, sino sencillamente un camino”.