José Gorostiza, el “diamante en la corona de la poesía mexicana”
Comunicado No. 1809/2010
10 de noviembre de 2010
***Conaculta rinde homenaje al autor que articuló una de las innovaciones más importantes de la lírica mexicana en el siglo XX

Poeta y escritor, diplomático, promotor cultural y crítico de las artes, José Gorostiza, es ante todo como lo llamó Alfonso Reyes “el diamante en la corona de la poesía mexicana”; hoy 10 de noviembre se cumplen 109 años de su nacimiento y Conaculta rinde homenaje a este autor por sus notables aportaciones a las letras mexicanas, creador de una expresión que renovó el lenguaje de la lírica mexicana en el siglo XX.
Figura imprescindible del grupo de los Contemporáneos, el tabasqueño José Gorostiza es autor de Muerte sin fin (1939), uno de los poemas más reconocidos y destacados dentro de la literatura mexicana por su originalidad, renovación y descubrimiento del lenguaje. José Gorostiza nació en 1901 en Villahermosa, Tabasco, y murió en la Ciudad de México en 1973.
En el libro Poesía y prosa de José Gorostiza, compilado por Miguel Capistrán y publicado por la Editorial Siglo XXI en 2007, se reúne la obra completa del autor, una inédita declaración poética y la correspondencia con Alfonso Reyes, Bernardo Ortiz de Montellano y Rafael Loera.
Gorostiza estudió en el Instituto Científico y Literario de Aguascalientes y en las Escuela Nacional de Jurisprudencia. Fue profesor de la Universidad Nacional y director del Departamento de Literatura del INBA.
Fue titular de Relaciones Exteriores, presidente de la Comisión de Energía Nuclear, director de la colección Cuadernos Literarios de Editorial Cultura, editor y director de la Revista Nueva, así como editor de El Maestro.
También compiló lecturas clásicas para niños durante la gestión de José Vasconcelos en la Secretaría de Educación Pública. El 14 de mayo de 1954 fue electo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
En 1996 el Fondo de Cultura Económica publicó la edición Poesía completa de José Gorostiza. Colaboró en Contemporáneos, El Monitor Republicano, El Universal Ilustrado, Examen, Letras de México, México en la Cultura, México Moderno, Nuestro México, y San–Ev–Ank.
Con el fin de sumergir al lector en el universo literario que conforma la obra de José Gorostiza, en el libro compilado por Miguel Capistrán, se incluyen junto a la nota editorial, anotaciones en torno a la poesía y prosa del escritor.
El propio Capristán realiza una monografía de la circunstancia de José Gorostiza, sus contemporáneos y su pertenencia a un “grupo sin grupo” de artistas que definieron una época de las artes mexicanas.
La recuperación de las notas incluidas en este libro es, como escribe Capristán, una recuperación del tiempo perdido; en ellas se descubre el devenir de un periodo primordial de las letras y artes mexicanas, que inicia después de la generación del Ateneo de la Juventud y avanza hasta cubrir casi todo el siglo XX.
Según señala Capistrán, a pesar de que en algunas ocasiones fue acusado de un supuesto “europeísmo” y de tener un afán universalista, la obra de José Gorostiza realizó una búsqueda en torno a ciertos problemas mexicanos, pero no en el sentido de una exaltación patriotera, sino como “materia prima”; Gorostiza buscaba en su realidad circundante “elementos para la creación dramática”. Ejemplo de esta recuperación de lo mexicano o de la situación del país se vislumbra en algunos de los poemas que conforman Poemas de juventud.
Dentro de sus primeras obras está Canciones para cantar en las barcas, que en palabras de Jaime Labastida, es “breve, limpio, escrito con un material extraño, acaso el material impalpable de la nostalgia: nacido a la orilla del mar, el poeta vivía ya en el altiplano”.
Gorostiza escribió Muerte sin fin, un poema repleto de meandros, de reclamos a la divinidad que nos ha abandonado y de escenarios ensangrentados por la palabra de Dios. Muerte sin fin ha sido admirado y estudiado por diversos intelectuales entre éstos: Salvador Elizondo, Octavio Paz, Alfonso Reyes y Arturo Cantú, entre otros.
Muerte sin fin permite una infinidad de lecturas; por ejemplo para Octavio Paz posee: “múltiples y acaso infinitos significados” y para Elizondo “carece de significado: su centro es vacío”.
En Poesía y prosa de José Gorostiza se devela también la incisiva e inteligente crítica llevada a cabo por el autor; se incluyen textos sobre pintura, teatro, escultura, música, que permiten al lector deleitarse con su lucidez y claridad intelectual.
El año pasado el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) rindió un homenaje a Gorostiza con la exhibición de más de 100 piezas que repasaron su vida y obra, y la presentación del poemario Muerte sin fin.
En el acto, celebrado en la Sala Manuel M. Ponce, los autores Hugo Gutiérrez Vega, Josú Landa, Miguel Capistrán y Eduardo Lizalde, presentaron dicha edición conmemorativa, a 70 años de su primera impresión, y resaltaron el legado del poeta tabasqueño.
La obra fue editada en francés y español por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la editorial Juan Pablos. El poeta Eduardo Lizalde fue el encargado de recitar algunos de los versos de la obra presentada.