Plasman con grafiti la identidad mexicana

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Información: MAC
Comunicado No. 997/2010
02 de julio de 2010

***Los grafiteros Saner y Sego pintan el mural Tejedores de sueños, en el Museo Nacional de Culturas Populares

*** “Nuestro trabajo está muy ligado con símbolos de la cultura popular”, dicen los creadores

Un hombre y una mujer tienen en sus manos el futuro de su raza. Manipulan hilos finos con los que trenzan historias coloridas mientras esconden su rostro tras sendas máscaras que les otorgan una especie de halo místico. Son los Tejedores de sueños, mural que los grafiteros Saner y Sego realizan actualmente en el Museo Nacional de Culturas Populares, como parte de las conmemoraciones por el Bicentenario del inicio de la Independencia y el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana.

Los grafiteros trabajan sobre un muro de aproximadamente 60 metros cuadrados, ubicado detrás de la Sala Cristina Payán del Museo Nacional de Culturas Populares. Utilizando un par de andamios, decenas de aerosoles y algunos pinceles, dan forma a un proyecto que iniciaron el pasado 29 de junio y que estiman concluir el próximo 6 de julio.

Tejedores de sueños, que se lleva a cabo gracias a la colaboración de la organización Invade, la cual propuso el trabajo de Saner y Sego para intervenir un muro del museo, también está poblado por una serie de animales fantásticos que recuerdan a los coloridos alebrijes.

      “Tejedores de sueños es un mural donde las figuras principales son un hombre y una mujer como base de una sociedad. Entre ellos tejen todas las culturas por las que está formado México. Nuestro interés fue representar a diferentes etnias por medio de sus bordados, porque gráficamente la gente los identifica así”, señalaron en entrevista Saner y Sego.

      Su grafiti, explican ambos creadores, tiene la característica de que es muy libre, cada quien tiene un estilo propio pero lo adecuan cuando trabajan juntos, de tal forma que se hace una mezcla que se complementa.

      “Nuestro trabajo está muy ligado con símbolos de la cultura popular. Por ejemplo, Saner maneja muy bien el tema de las máscaras de diversas regiones del país, mientras que los insectos o animales de fantasía que yo manejo tienen mucho que ver con el imaginario mexicano, hay quienes creen que son alebrijes porque son una mezcla de diferentes animales”, señaló Sego.

      Para ambos autores, el grafiti es libertad, no creen que el grafiti tradicional se haya demeritado, más bien consideran que se está adecuando al contexto y la realidad de cada país, a las necesidades creativas de cada uno de los grafiteros. “Nosotros, sin ninguna pretensión desarrollamos nuestro estilo y así se ha dando la oportunidad de hacer diferentes cosas en otras partes del mundo representando a nuestro país.

      “Creemos que es significativo hacer esto dentro de un museo porque no todas las instituciones se animan a hacer proyectos de este tipo. Para nosotros es importante porque nos da la oportunidad de mostrar a la gente que el grafiti también tiene todo un proceso creativo que ha madurado, un nivel conceptual y técnico.

      Con siete años como grafitero, Saner pertenece a una generación de artistas que deambulan entre el arte del grafiti, el diseño gráfico, la pintura o el dibujo, áreas en las que hace evidente las disímbolas influencias que le han ido constituyendo como artista contemporáneo: desde el cómic y otras formas de ilustración, hasta el expresionismo, el art naïf, el surrealismo y la conocida como “pintura de rótulo”.

      Sego, quien retoma su nombre de su apellido paterno Segovia, muestra sus influencias de infancia, ya que a la edad de 12 años se mudó al estado de Oaxaca al sur de la República Mexicana, a una zona costera y con un entorno selvático. Las formas y trazos en su pintura son información subconsciente de lo que contempló allá donde abunda una flora y fauna  única.

      El Museo Nacional de Culturas Populares se ubica en la calle de Avenida Hidalgo 289, colonia del Carmen, Coyoacán.