• Con más de 1,300 piezas se analiza y comunica la complejidad que subyacente en las fiestas y textiles de los pueblos originarios de México
  • “Por primera vez, las comunidades indígenas y afromexicanas tienen voces propias y participación activa en el museo más grande de México”: Alejandra Frausto Guerrero

 

 

A partir de hoy, 28 de febrero de 2024, dos nuevas salas de exposición permanente, dedicadas a difundir los saberes ancestrales, las cosmogonías y los valores tangibles e intangibles de las fiestas y de los textiles de las comunidades indígenas de México, pueden visitarse en el Museo Nacional de Antropología (MNA).

El par de espacios, ubicados en la planta alta del recinto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se renovaron como parte del proyecto prioritario Chapultepec, Naturaleza y Cultura, y fueron inaugurados en una ceremonia encabezada por la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero.

Acompañada de artistas textiles y activistas indígenas, como Teresa Lino Bello, oriunda de Hueyapan, Puebla; Victorina López Hilario, de Xochistlahuaca, Guerrero; y Filogonio Naxin, de Mazatlán Villa de Flores, Oaxaca, la encargada de la política cultural de nuestro país calificó la apertura de las salas etnográficas como una celebración en sí misma.

La funcionaria señaló que, “el sueño detrás de esta renovación era poder mostrar cómo esas raíces mayas, olmecas o mexicas, que se exhiben en el primer nivel del MNA, dan frutos y vida a pueblos que, ahora, dejan de ser objetos de estudio y pasan a tener voces propias”.

Al retomar las palabras del activista mazateco Filogonio Naxin, quien en su discurso habló de los más de 500 años de resistencia llevados avante por los 68 pueblos indígenas de nuestro país, la secretaria Frausto Guerrero encomió que la museografía de ambas salas haya integrado a los propios artesanos, danzantes y líderes indígenas e, incluso, por primera vez, a miembros de poblaciones afromexicanas.

Tras destacar que hasta el momento se han invertido más de 104 millones de pesos en el Museo Nacional de Antropología, gracias al proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, adelantó que los trabajos de renovación en los espacios etnográficos continuarán en los meses próximos.

En su intervención y a nombre del director general del INAH, Diego Prieto Hernández, el secretario técnico de la institución, José Luis Perea González, calificó esta apertura como un suceso histórico, el cual se hilvana con la inauguración, ocurrida también este 28 de febrero de 2024, del Gran Museo de Chichén Itzá, en Yucatán.

Asimismo, subrayó la vitalidad que con este acto adquiere el MNA, en un año que estará marcado por la celebración de su 60 aniversario. “Salas como estas demuestran la plenitud de nuestro museo, lograda por quienes lo visitan y quienes trabajan en él, ya sea en la custodia, en la museografía o en la instalación de, por ejemplo, las 512 piezas de la Sala Textiles y las 869 obras de la Sala Fiestas”.

Con la presencia de los investigadores del MNA, Arturo Gómez Martínez y Johannes Neurath Kugler, curadores de las salas de Textiles y Fiestas, respectivamente, se detalló que en la primera se analiza el modo en el que las prendas de vestir, inicialmente surgidas por la necesidad de cubrir al cuerpo ante las inclemencias climáticas, han adquirido relevancia en las relaciones sociales, políticas, religiosas y económicas de los pueblos indígenas y afromexicanos.

Así, se busca comunicar cómo en cada una de las urdimbres de un textil subyace un conocimiento profundo de los ecosistemas; de los instrumentos que, desde hace milenios, se usan para crear hilados; y de los códigos estéticos, de poder o de estratificación social, entre otros, detrás de cada motivo plasmado artesanalmente en las prendas.

En la Sala Fiestas, el guion curatorial se enfoca en mostrar cómo se viven estos eventos en las comunidades, qué relaciones se tejen entre las y los actores que participan en ellas, y cómo, mediante estas, se establecen y fortalecen relaciones con los muertos, los animales, el maíz, los espíritus o los dioses.

Con la exhibición de piezas arqueológicas, históricas, etnográficas y creaciones indígenas de reciente manufactura se profundiza en el simbolismo de las máscaras, los rituales y las ofrendas que acompañan a las fiestas. De acuerdo con Johannes Neurath, un objetivo adicional de la sala es erradicar los prejuicios que plantean a las fiestas indígenas como muestras de atraso social, de superstición o de derroche de recursos.

Durante el recorrido inaugural por las salas, en el que también participaron la senadora Susana Harp Iturribarría, y el titular del MNA, Antonio Saborit García Peña, la danzante de Huejotzingo, Puebla, Karen Linares Alvarado, donó un penacho de zapado al MNA, el cual es típico de las danzas con temáticas históricas alusivas al Primer Imperio mexicano o a la Intervención Francesa, que se escenifican anualmente en su comunidad.

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