Ocho jóvenes nómadas comparten sus incesantes búsquedas por medio de la expresión pictórica

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Información: MAC
Comunicado No. 1435/2010
16 de septiembre de 2010

***La exposición Nómadas se exhibe actualmente en el Museo Mural Diego Rivera del INBA-Conaculta

***Presenta obras de Manuel de los Ángeles Sosa, Cristina Luna, Jesús Lugo Paredes, Hugo Pérez Gallegos, Ricardo Pinto Gollas, Heriberto Quesnel, Emilia Sandoval y Berenice Torres

Nada está fijo. La mirada fluye tratando de despertar al nómada que todos llevamos adentro. ¿Hacia dónde apunta la flecha? No importa, lo que aquí interesa es la búsqueda no el resultado. La posibilidad de alcanzar un deslumbre de grandeza en el transitar permanente a que se ve condenado todo auténtico artista. Así describe el escritor Leonardo da Jandra las obras de los ochos creadores que integran la exposición Nómadas, que actualmente se exhibe en el Museo Mural Diego Rivera.

     Da Jandra, un escritor bien conocido por su espíritu nómada, considera que en los rituales plásticos de estos ocho proyectos hay un anhelo común: romper con el sedentarismo estético mediante una serie de artefactos que ponen deliberadamente en movimiento la sensibilidad del perceptor.

     “Disección y sátira a un tiempo, estas escenografías nómadas o artefactos  migrantes proponen una percepción que se remonta a los orígenes: viento, piedra, sombra, luz…; al final la mirada agradece las propuestas arriesgadas de estos jóvenes nómadas que se atrevieron a lanzarse a una aventura que, en esencia, representa el genuino modo de ser del arte: búsqueda incesante. La otra opción ya la conocemos de sobra a fuerza de padecerla en la vida cotidiana, un mundo fijista y repetitivo donde los que buscan la utilidad confunden neciamente el artefacto con la herramienta y el arma”, señala Da Jandra en un texto introductorio.

     Pero más allá de la mirada externa, los artistas participantes, Manuel de los Ángeles Sosa, Cristina Luna, Jesús Lugo Paredes, Hugo Pérez Gallegos, Ricardo Pinto Gollas, Heriberto Quesnel, Emilia Sandoval y Berenice Torres, hablan sobre sus motivaciones, sus búsquedas e intereses artísticos relacionados con el nomadismo.

     El proyecto Nómadas surgió por iniciativa de María Saldaña, directora de la Galería Quetzalli, quien en 2009 invitó a un grupo de jóvenes artistas para participar en una muestra que reuniera distintas miradas sobre lo que significa la migración.

     Berenice Torres (Guerrero, 1967), quien ha realizado más de cien exposiciones colectivas en los museos Carrillo Gil, de Arte Moderno, Nacional de la Estampa y José Luis Cuevas, así como en la Sala de Arte Público Siqueiros y el Centro Nacional de las Artes, entre otros, asegura que desde que recibió la invitación le pareció muy interesante el tema, no sólo desde el mero punto de vista de la migración y los problemas al respecto en la actualidad, sino como un asunto que es inherente al ser humano.

     “El planteamiento del tema es a partir de mí misma como individuo y el cómo manejo o uso esa condición natural. En la reflexión me di cuenta de que practico el nomadismo, es más, que es importante en mi proceso creativo y de producción. La investigación en la que trabajo actualmente lleva por nombre: Sobre la naturaleza de las cosas y los seres, y los nombres de las piezas son: Muro, El extranjero y Sobre nomadismo, que es un pequeño libro donde escribo las reflexiones sobre el tema.

     Berenice Torres, quien entre otras distinciones ha recibido el Reconocimiento al Talento, otorgado por el Programa del Museo Guggenheim en Nueva York; y la Beca Jóvenes Creadores del Fonca-Conaculta, tiene la certeza de que el ser nómada es una condición humana de origen, que estamos en movimiento constante y que lo sorprendente es que en la actualidad esa condición se vea limitada por los muros, fronteras y delimitación de territorios.

     “Yo soy nómada. Nací en Arcelia, Guerrero. A los cinco años me llevaron a la ciudad de México, viví cinco años en Pátzcuaro, Michoacán, y por el momento llevo viviendo tres años y meses en Oaxaca. El tema de mi producción es la naturaleza a través del análisis y observación de las formas, como los árboles, plantas, piedras, etcétera. Por lo cual me es necesario vivir dentro y lo más cerca posible de las montañas, para tener una constante investigación de campo. El lugar que habito tiene que ver con el tema que trabajo y con mi producción creativa, seguramente, en algún momento, mudaré de lugar para seguir en mi estudio y producción de obra”, señaló la creadora.

     Ricardo Pinto Gollas (Ciudad de México, 1973), quien participa con una investigación realizada con fotografías y una maqueta llamada “Luz andante”, indicó que su enfoque se concentró en una percepción-investigación de un tránsito de un momento intangible. “La luz solar deja un registro de nuestro paso en la tierra y me di a la tarea de registrar ese paso.

     “En la primera aproximación el objeto-filtro fue la arquitectura. Realicé un registro del movimiento de la sombra por alrededor de tres horas como primera intensión de registrar la luz nómada, haciendo una línea cada 15 minutos. La siguiente aproximación la realicé con una intensión más científica y rigurosa, utilizando una maqueta como objeto-filtro y tomando las fotografías con cronómetro y tripié.

     Para Ricardo, cuya producción artística ha estado principalmente enfocada en la pintura y la gráfica, el proyecto Nómadas fue una buena oportunidad de salir de su cotidianidad y utilizar la fotografía y los objetos para adentrarse en un tema específico. “Nuestra cotidianidad es nómada per sé, trabajar con ideas y percepciones, nos dispone cerca del ‘ser’ nómada. La rigidez y el ser estático nos convierte en un ente sin búsqueda”.

     Jesús Lugo Paredes (Ciudad de México, 1963), participa en la exposición con cuatro obras: Dibujos medicinales, La caminata, El récord y The end, las cuales consisten en fotografías y dibujos de tierra sobre vidrio, realizados ex profeso para esta muestra.

     “Mi idea fue utilizar un material como el polvo o la tierra, que se acumula en la materia, viaja y cambia, así como la idea de un nómada. Nada es fijo, todo cambia, así es como tus experiencias se manifiestan en tu trabajo artístico”, expresó Lugo Paredes, quien ha expuesto individualmente en espacios como Latin American Master de Los Ángeles, California; el Museo Diego Rivera de Guanajuato; la Galería Lourdes Sosa y en el Museo Casa León Trotsky.

     El trabajo que presenta Cristina Luna es una combinación de una proyección titulada Nómada, que se proyecta sobre una serie de cerámicas que se titulan Vestigios. La proyección fue realizada con una cámara digital y las cerámicas están hechas con barro de Zacatecas y quemadas en alta temperatura.

     “Con esta obra busco jugar con dos momentos nómadas. En la proyección quiero transmitir el movimiento constante y la naturaleza primigenia que actualmente conservamos: la necesidad de movimiento, de transportarse, de viajar y emigrar, algo inherente a nuestra vida para algunos más que otros.

     “Mientras que en la serie de cerámicas Vestigios trato de plasmar como dice el título, lo que quedó cuando algo pasó por ahí: el viento que borró tal vez un camino, marcas de mapas antiguos desdibujados, los fósiles. La intención de esta obra es presentar y combinar dos medios tan diferentes en un solo espacio hasta parecer casi chocante y el tiempo es el vínculo unificador entre ambos discursos, uno cinético que transcurre y otro ausente y quieto pero registrado”.

     Para Cristina Luna, en su cotidianeidad y como creadora ser nómada ha sido esencial para su quehacer plástico. “Emigré hace nueve años de la gran ciudad que es el Distrito Federal a  San Agustín Etla, un pueblo cercano a Oaxaca, buscando más contacto con la naturaleza y de algún modo u otro sigo emprendiendo viajes, algunos aquí mismo en Oaxaca, otros a estados de la República y en ocasiones fuera del país.

     “Pero también creo que todo creador para hacer su trabajo tiene que realizar viajes hacia el interior de uno mismo, para interpretar o reinterpretar la información o el conocimiento que vamos colectando en nuestros procesos. Creo que a la mayoría nos siguen impactando las noticias de los migrantes o tenemos amigos y familiares que tuvieron que emigrar o están a punto de irse. También me impactan las diferentes maneras y condiciones de irse y en ocasiones los trágicos resultados que pueden suceder. El desplazarse es una constante que nos implica a todos los seres vivos”.

     Lo interesante de reunir ocho diferentes miradas sobre la migración, dice Berenice Torres, es la diversidad de puntos de vista y los distintos manejos de lenguajes. “Aunque me parece que todos los que participamos abordamos el tema de una manera íntima y dando importancia a la temporalidad y el movimiento, a través de distintos elementos”, concluyó.

     Tras su exhibición en el Museo Mural Diego Rivera, la exposición Nómadas viajará a Oaxaca para presentarse en la Galería Quetzalli, lugar donde se originó la muestra.