Dirige Horacio Franco al Coro de Madrigalistas con un cántico de Bach en la Sala Manuel M. Ponce

  • Música
Información: RGT
Comunicado No. 230/2011
08 de febrero de 2011

***El director huésped interpretó en la flauta piezas barrocas de Vivaldi y Schmelzer

Al frente del Coro de Madrigalistas de Bellas Artes como director huésped y  flauta, Horacio Franco cerró el concierto ofrecido el fin de semana en la Sala Manuel M. Ponce con un motete de Johan Sebastian Bach en el que 25 voces, acompañadas por el órgano de Héctor Cruz y el contrabajo de Cuauhtémoc Chaidez se llevaron las palmas de un público caluroso de principio a fin.

      Integrado por hombres y mujeres de todas las edades que utilizan la voz como instrumento musical, compuesto por sopranos, contraltos, tenores y bajos, el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes concluyó su actuación con el motete Singet der Herrn eines neues lied BWV 225, de Bach. El motete es una composición polifónica nacida en el siglo XIII para cantar en las iglesias, de texto comúnmente bíblico.

      Horacio Franco, destacado flautista de trayectoria internacional, resaltó el motete de Bach, como una de las más grandes obras corales de todos los tiempos, “pensado totalmente para instrumentos, aunque sea para voces, el lenguaje es puramente instrumental, muy difícil de cantar, un verdadero tour de force vocal”.

      La primera temporada 2011 del Coro de Madrigalistas comenzó en el Palacio de Bellas Artes al filo de las 19:00 horas del viernes pasado con Madrigales del libro I y Madrigales del libro II, de Salomone Rossi, compositor italiano de origen judío, introductor de la polifonía en las sinagogas. Las voces fueron acompañadas al clavecín por Héctor Cruz.

      Acompañado por el clavecín de Santiago Álvarez, el flautista Horacio Franco ofreció a manera de introducción una sonata en do menor de Antonio Vivaldi, de quien posteriormente interpretó más piezas musicales, al igual que de Johann H. Schmelzer, otro compositor barroco.

      Intercalado con la actuación del coro de madrigalistas, Franco ofreció en el programa musical la Sonata en Fa Mayor, Op. 2 Núm. 4; Sonata en si menor, Op. 2 Núm. 5; y Sonata en mi menor, Op. 2 Núm. 8, de Vivaldi; y Sonata Quarta, de Schmelzer.

      Egresado del Conservatorio Nacional de México, las alegres piezas en flauta fueron interpretadas por Franco con soltura y virtuosismo, rápidos movimientos de dedos en el instrumento, que requirió, además, de una extraordinaria ejecución. En cada una de sus actuaciones las palmas resonaron en la sala y los gritos de bravo fueron frecuentes.

      Franco agradeció siempre con una sonrisa al público y al finalizar el concierto, que tuvo una duración aproximada de 90 minutos firmó autógrafos a numerosos admiradores que se acercaron a felicitarlo y solicitarle información sobre su discografía.

      Una mujer de la tercera edad se acerco al músico y al ver a una de las integrantes del Coro de Madrigalistas le expresó conmovida: “Cantan ustedes mejor que los ángeles; esta noche los superaron”.

      Entrevistado brevemente por Conaculta, el director huésped explicó que el programa ofrecido “es muy difícil y siempre es un riesgo muy grande; es como parir por primera vez un hijo, que implica mucha tensión”.

      Con un repertorio que abarca desde las formas tradicionales de la música medieval, renacentista, barroca y colonial latinoamericana, hasta la contemporánea, Franco expuso que tanto al grupo coral como a él mismo les hizo falta ensayar un poco más, porque les faltó tiempo. Sin embargo, dijo, le metimos fuerza al motete de Bach y fue lo que coronó este concierto.

      El Coro de Madrigalistas “interpretó estupendamente bien esta pieza, la aprendieron muy bien y aunque aún faltan muchas cosas que trabajar en el motete de Bach, creo que poco a poco vamos ir avanzando, porque no es nada fácil una obra como ésta”.

      Destacó que el programa ofrecido estuvo muy redondo porque hubo obras de todo tipo del barroco temprano de Rossi, Vivaldi y Bach, tres de los más grandes compositores de la música barroca.

      Horacio Franco ha definido al Coro de Madrigalistas como “un grupo de extraordinarios solistas, con voces espléndidas. Generalmente, los madrigalistas son mucho más que un coro, que normalmente está formado por cantantes amateurs amantes de la música.

      “Aquí estamos hablando de cantantes profesionales que tienen la capacidad de cantar a coro. En la temporada pasada hicimos un programa con madrigales de Claudio Monteverdi, el más grande compositor del siglo XVII, a voces solistas, y ahora abordaremos, entre otras obras, madrigales del gran compositor italiano judío Salomone Rossi”, explicó previo al inicio de esta temporada.

      En opinión de Horacio Franco, cada uno de los integrantes del Coro de Madrigalistas del INBA cuenta con una gran formación vocal, “por eso si los vemos solamente como coro estamos usando su potencial a medias”.

      El Coro de Madrigalistas de Bellas Artes fue fundado en 1938 por Luis Sandi, con la finalidad de difundir la música coral en todas sus manifestaciones, objetivo que se ha cumplido en sus setenta años de actividades artísticas sin interrupción.

      Ha sido dirigido por el propio Sandi, además de Jesús Macías, Jesús Carreño, Rufino Montero, Pablo Puente, Jorge Córdoba, Antonio Lopezríos, Samuel Pascoe y James Demster, por citar algunos. El coro posee un extenso repertorio que abarca desde las primeras manifestaciones musicales en Occidente, hasta las obras corales contemporáneas.

      Este programa musical presentado en la Sala Manuel M. Ponce se repetirá en la Biblioteca José Vasconcelos el viernes 11 a las 19:00 y en la Sinagoga Justo Sierra el domingo 13 a las 12:00 horas.