El sonido en el cine, entre la albañilería y el arte culinario

  • Música
  • Cine y artes audiovisuales
Información: JRA
Comunicado No. 871/2011
07 de mayo de 2011

*** Diseñadores de audio nominados al Ariel ofrecieron una conferencia en el Centro de Capacitación Cinematográfica

Convocados por Conaculta Cine, a través del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), diseñadores de audio nominados al Ariel ofrecieron la conferencia La importancia del sonido en el cine, en la cual expusieron los procesos creativos necesarios para desarrollar su trabajo.

Los invitados fueron Miguel Ángel Molina y Miguel Hernández Montero, quienes figuran al Ariel por la cinta El infierno de Luis Estrada; Santiago Núñez y Ernesto Gaytán, por Chicogrande de Felipe Cazals, y Manuel Carranza, por Alamar, de Pedro González-Rubio.

La mesa fue moderada por Joaquín Martí, quien llevó a los participantes a opinar acerca de la importancia del Ariel, la situación del sonido en México, cómo revalorar el sonido y saber escuchar las películas, así como algunos consejos para producción, guión y dirección.

Miguel Ángel Molina –El infierno-, comentó que el sonido es una parte fundamental de la postproducción de una película, pues así es como se logra crear una identidad propia, para así contar de la mejor manera una historia.

“Estamos rodeados de sonidos, nunca dejamos de escucharlos, así que el diseño de audio de una película debe estar enfocado a crear el ambiente necesario para crear los ambientes que se han planteado en la anécdota.

     “Desde mi punto de vista, los sonidos ambientales y la música forman parte de lo mismo, así que cada uno debe ser manejado con el mismo peso específico, me refiero a que, al menos en mi trabajo, no hay preferencia para ninguno de los dos”.

     Molina resaltó que para que una película logre tener el mejor diseño de audio, es necesario estar en comunicación constante con el realizador, algo que con frecuencia en difícil de lograr.

     “Porque el tiempo es nuestra mayor limitante, así que por general debemos trabajar por intuición, pero con mucho cuidado, pues el material que manejamos ya no se puede modificar, no es como las actuaciones, por ejemplo, que el director puede repetir una escena.

     “Así que al momento de editar el audio de una película es como volver a hacer todo, es algo muy parecido a un trabajo de albañilería, porque resanamos todos los huecos que encontramos, para lograr un resultado óptimo”.

     En su intervención, Santiago Núñez –Chicogrande-, dijo que en las escuelas de cine de México los alumnos se inscriben generalmente con la idea de ser directores, pero que muy pocos lo logran.

     “Así que luego intentan ser fotógrafos, si eso les falla, entonces guionistas, pero si nada de eso pega, entonces se meten a cualquier otra cosa que tenga qué ver el proceso de producción de una película, y casi por último, piensan en ser diseñadores de audio o mezcladores.

     “Para mí entrar al cine fue algo casual, me interesaban otras cosas, pero siempre me inquietó mucho trabajar con los sonidos, producir algo con ellos, contar una historia, así que el paso lógico fue entrar como sonidista a una película… lo que no sabía es que debía pasar muchas horas, prácticamente vivir, frente a una computadora”.

     Para Núñez, el trabajo de diseño de audio es también un trabajo artesanal, como preparar comida, “claro que también estoy de acuerdo en decir somos como albañiles de los sonidos. Para mí, además de eso, debemos ‘cocinar’ el audio.

     “Me refiero a que es como preparar un platillo sofisticado, hay poner un poco de esto, otro de aquello, calcular cuál es la mejor combinación, en fin es cocinar lo que vamos a escuchar, algo que me apasiona, porque de esa manera se cuenta la historia, se complementa”.

     Un comentario generalizado entre los participantes de la sesión, fue resaltar la nominación de los premios Ariel, pues se trata de un reconocimiento proveniente de quienes están metidos también en la industria fílmica del país.

     Pero Pedro González-Rubio –Alamar-, opinó que la difusión de los reconocimientos y del trabajo de los cineastas, debería ser más puntual y precisa, para que el público reconozca tanto a los actores como a quienes están detrás de las cámaras.

     “Me sorprende en principio que los resultados y la cobertura que hace los medios de la ceremonia aparezca en las secciones de espectáculos de los periódicos, pienso debería estar en la de cultura, porque se trata de propuestas artísticas.

     “Aunque no es así, claro que es un honor que mis propios colegas sean los que hacen las nominaciones, todos lo agradecemos, estoy seguro, sólo falta acercarnos más al público, para que valore la importancia de áreas como el maquillaje, los efectos especiales y desde luego, la mezcla y el audio de una película”.