La Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez interpretará piezas de Rossini, Dvorák y Pastor, bajo la dirección de Antonio Tornero

  • Música
Comunicado No. 1243/2012
07 de junio de 2012

***La cita es el sábado 9 y domingo 10 de junio, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes

*** Dentro del programa destaca la obertura de la ópera La Gazza Urraca (La urraca ladrona) de Gioachino Rossini

Este próximo fin de semana la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez (OSJCCH) adscrita al Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) del Conaculta, bajo la dirección de Antonio Tornero, ofrecerá dos conciertos en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, como parte de su 1a Temporada de Conciertos 2012, en el que interpretarán La Gazza Urraca de Gioachino Rossini, El Aguila y la serpiente de Luis Pastor, y la Sinfonía No. 8 de Antonin Dvorák.

La obertura de la ópera La Gazza Urraca (La urraca ladrona) es quizá una de las piezas más atractivas que interpretarán, no solo porque suele tocarse con frecuencia en las salas de concierto, ni porque ha servido de fondo musical para diversos trabajos cinematográficos como en una escena hiper-violenta de la película Naranja Mecánica de Stanley Kubrick, sino porque, a decir del musicólogo Juan Arturo Brennan, Rossini construye con este tema de la urraca y sus acompañantes, un enorme crescendo, de esos que tanta fama le dieron.

“Después de un par de redobles de tambor, la obertura arranca con un episodio marcial, casi heroico. Una repetición de los redobles conduce a una sección rápida y nerviosa, llena de contrastes dinámicos. Más tarde, aparecen ciertas figuras melódicas en los oboes que bien pudieran representar a la urraca, cuyo parloteo es acompañado principalmente por las maderas”, apuntan las notas al programa escritas por Brennan, quien además puntualiza que esta obra fue estrenada el 31 de mayo de 1817, en la Scala de Milán.

El águila y la serpiente de Luis Pastor es una pieza que intenta reflejar una idea más amplia y general sobre la leyenda azteca que narra cómo se fundó Tenochtitlán y el significado del escudo nacional. Específicamente, el compositor afirma haber evitado los lugares comunes de muchas músicas conmemorativas de la Independencia y la Revolución.

A decir de Brennan, El águila y la serpiente no tiene una trama definida o una narración específica, sino que se refiere a elementos comunes a toda guerra: la violencia, la desolación, el vacío de toda posguerra. “Para comunicar estas ideas, Luis Pastor ha utilizado una gran orquesta, al interior de la cual la marimba ocupa un lugar de especial relevancia”.

El águila y la serpiente fue compuesta por Luis Pastor a encargo del Sistema Nacional de Fomento Musical, con motivo de las efemérides del 2010. Fue estrenada por la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez (OSJCCH) bajo la dirección del maestro Enrique Barrios, el 11 de noviembre de 2010, en un concierto que marcó la celebración del vigésimo aniversario de la fundación de la OSJCCH.

Sobre la Sinfonía No 8 de Antonin Dvorák, Juan Arturo Brenan escribió que el primer movimiento de la sinfonía deriva su materia sonora principal de una melodía presentada por la flauta en el registro agudo, y que semeja la llamada de un ave. El Adagio es uno de los fragmentos más contemplativos escritos por el compositor ruso y en medio de la solemnidad se escucha nuevamente el llamado de la naturaleza, esta vez a cargo de la flauta y el oboe.

“En el tercer movimiento, algunos analistas han descubierto la sombra de una dumka, forma musical tradicional de Bohemia, de origen ruso, y que Dvorák abordó varias veces en su producción musical. El cuarto movimiento es uno de los más brillantes de todo su catálogo sinfónico. Se inicia con una brillante fanfarria de las trompetas, un tema que es desarrollado a lo largo del movimiento y que regresa al final de la obra, declamado por toda la orquesta, para concluir con una majestuosa y enérgica coda”, subrayó.

La cita es el sábado 9 de junio a las 13:30 horas y el domingo 10 de junio, a las 18:00 horas en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes. La entrada es libre, cupo limitado.