Vibra el Alcázar del Castillo de Chapultepec durante la Gala Moncayo
Comunicado No. 1407/2012
30 de junio de 2012
***Momento cumbre cuando el nieto del compositor jalisciense, Rodrigo Sierra Moncayo, dirigió Huapango con la ejecución de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez
“Todos llevamos un huapango en el corazón pero hay algunos que lo llevan en la sangre”. La frase del director Enrique Barrios quedó más que confirmada cuando Rodrigo Sierra Moncayo, nieto de José Pablo Moncayo, dirigió la obra más emblemática del compositor jalisciense, Huapango, como parte del concierto de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez ofrecido la tarde de ayer viernes 29 de junio en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, como parte de los festejos del centenario del artista nacido en Guadalajara.
La maestría, energía y dominio de la ejecución provocó los aplausos, ovaciones e incluso lágrimas entre algunos de los asistentes que celebraron el momento más emotivo del cierre de Temporada de Conciertos 2012 de la Orquesta bajo el título de Gala Moncayo.
Al término de la pieza, Rodrigo Sierra Moncayo de 29 años de edad, levantó por lo alto la partitura de Huapango, lo que generó el reconocimiento del público.
En entrevista con Conaculta, explicó que la obra más representativa de México se basa en ocho sones jarochos: El Gavilancito, Balajú, Siquisirí, Mariachuchena, Aguanieve, Zapateado costeño, El jarabe loco y Pájaro Cú; representa un reto como director orquestal ya que la articulación y las figuras rítmicas son complicadas.
“Dirigir esta pieza es más especial este día porque es 29 de junio, celebración del centenario de su natalicio. La familia esperaba este momento como el día de año nuevo para cantarle las mañanitas a Pablito”.
A pesar de que no tuvo la oportunidad de conocer a su abuelo, Sierra Moncayo, Becario del Taller de Dirección Orquestal del Sistema Nacional de Creadores, comentó que a nivel personal se dice que José Pablo Moncayo era un hombre muy afable, amoroso, con muy buen sentido del humor.
“Dicen que era un hombre tímido pero quizá eso tendría que haber sido a nivel público, pero en confianza dicen que era un tipo muy agradable”.
Se trató de un concierto vibrante y majestuoso en el que también se presentaron tres piezas para orquesta bajo la dirección de Enrique Barrios (Feria, Canción y Danza); Homenaje a Cervantes; Hueyapan y Bosques, obras poco conocidas del compositor nacido el 29 de junio de 1912.
Las tres piezas para orquesta se caracterizaron por moverse entre tempos moderados, breves solos para instrumentos de aliento, y un paso de ambientes tranquilos hacia ritmos vivos y marcados.
Homenaje a Cervantes mostró una pieza serena en honor al escritor español que más que tratarse de música folklórica destacó por su sonido elegante y por escenas abstractas de gran sensibilidad.
Hueyapan, pieza dedicada a la población ubicada en el estado de Morelos, de de inmediato remitió a ambientes y paisajes mexicanos a través de sonidos descriptivos en los que por momentos se llegaba a escuchar el sonidos de aves, mientras que Bosques mostró una influencia de la música francesa de principios del siglo XX.
Al evento acudieron descendientes de Carlos Chávez, quien se considera el comisionado de encargar la pieza de Huapango y familiares de José Pablo Moncayo entre los que se encontraba su hija Claudia Moncayo, su nieto Juan Pablo Sierra Moncayo, Clara Elena y María Eugenia Moncayo.
La Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez presentará nuevamente este programa el día de hoy sábado 30 de junio a las 13:30 horas en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes. La entrada es libre. Cupo limitado.