La Orquesta Manuel María Gutiérrez de Costa Rica brilla en la Sala Nezahualcóyotl

  • Música
Información: HBL
Comunicado No. 2022/2012
22 de septiembre de 2012

***Bajo la batuta de Ricardo Vargas, interpretó obras de Schubert, Sibelius, Mozart y de autores latinoamericanos
***El concierto contó con la interpretación del pianista Manuel Obregón, quien además se desempeña como Ministro de Cultura y Juventud del país centroamericano

Con una acústica que puso a cimbrar los corazones de los asistentes a la Sala Nezahualcóyotl, la Orquesta Sinfónica Manuel María Gutiérrez, cerró su primera gira internacional con un magno concierto en el que interpretó obras de Schubert, Sibelius, Mozart y de autores latinoamericanos.

Bajo la batuta de Ricardo Vargas, el concierto contó con la actuación del pianista Manuel Obregón, quien además se desempeña como ministro de Cultura y Juventud de Costa Rica.

Tanto el concierto como la gira representan la continuidad de los lazos de cooperación cultural entre México, a través del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y las instancias culturales de Costa Rica.

La tarde abrió con una notable interpretación de la Sinfonía inconclusa de Schubert, No. 8, en la que los 120 integrantes de la agrupación dieron muestra de su alto nivel técnico, celebrado por los cientos de asistentes que añadieron con sus palmas más ambientes y resonancias al recinto.

La pieza fue escrita por Schubert en su juventud por encargo para la Sociedad Estiria de Música, que era presidida por su hermano Anselm, quien según se cuenta, una vez que recibió la partitura la guardo sin mostrar mucho interés en un cajón, donde permaneció olvidada por más de 37 años, hasta que fue redescubierta.

La presentación continuó con la Suite Karelia, de Sibelius, pieza que es considerada el gran poema épico nacional de Finlandia, por estar basado en uno de los textos mas representativos de esa nación, además de que Sibelius la nombró Karelia por tratarse de una provincia de Finlandia, donde según la tradición se encuentran los habitantes más vivaces de aquellas tierras.

La agrupación interpretó también el Ave verum corpus de Mozart, la última composición conocida de música sacra que realizara el compositor, pensando en cuatro voces, cuerdas y órgano.

A continuación, el concierto se inclinó hacia lo latinoamericano, con la piezas que conformaron la actuación de Manuel Obregón, quien obsequió con gran maestría su piano malango, además de que la orquesta intervino con una selección muy costarricense, conformada por Brisas mesanas, El danzón de pianguita y Nostalgia en la pampa, un conocido vals en la región, compuesto por Ulpiano Duarte.

Asimismo, la selección de dos obras fue muy celebrada por los numerosos costarricenses que se encontraban en la sala, primeramente con Soy tico, pieza compuesta por Carlos Guzmán a mediados de los años 90, después de una gira por Perú, y después Tambititicos, ritmos característicos de Costa Rica, también conocidos como puntos o parranderas, y que han inspirado canciones como Ticas lindas y Caballito Nicoyano.

El público de la Sala Nezahualcóyotl, celebró con largos aplausos el concierto y muchos nacidos en esas tierras lanzaron ovaciones, sintiendo la cercanía de su tierra a través de esa patria sin fronteras que es la música.