Por primera vez, una exposición mexicana y no sólo una pieza, se exhibe en el Festival Ars Electronica 2013 que se inaugura este jueves 5 de septiembre y concluirá el próximo día 9 en la ciudad de Linz, Austria. Se trata de Cinco variaciones de circunstancias fónicas y una pausa, de la artista Tania Candiani.
Esta muestra, que estuvo durante seis meses en el Laboratorio Arte Alameda, viajó a Europa para exhibir la belleza de objetos hoy obsoletos, en una reinterpretación, ya que están mezclados con las tecnologías actuales.
“Es una serie de piezas sonoras que también son modificaciones, algunas son modificaciones a algunos aparatos, están inspiradas en tecnologías obsoletas. Todas tienen como hilo conceptual el lenguaje y el texto, el sonido de la voz, la palabra y la narrativa”, señaló la artista en entrevista con el Conaculta.
El Festival Ars Electronica de Linz, dijo, “es súper importante en lo que toca a los medios electrónicos. Yo tenía pensado aplicar con una pieza, pero lo que fue más emocionante fue que recibí una invitación, porque fui nominada por uno de los jurados”.
Sin embargo, destacó, “la sorpresa mayor fue que nominaron toda la exposición, no sólo una pieza, es la primera vez que sucede algo así en Ars Electronica, estuvimos súper emocionados”, ya que en este proyecto trabajaron más de 40 personas, durante dos años.
Para viajar a Austria, se han tenido que realizar adaptaciones a las obras, por ejemplo, hay un órgano convertido en máquina parlante, que fue pensado específicamente para el Laboratorio Arte Alameda que “alguna vez fue una iglesia y hubo un órgano, la idea era regresarle a ese espacio arquitectónico, el órgano que alguna vez tuvo, recuperar las funciones del espacio para el que fue creado”.
 
Esta pieza ha tenido que ser traducida al inglés para presentarla en el festival. Tania Candiani explicó que “el órgano funciona con dos teclados, uno musical, que es donde está el código que es de sílaba a nota y a acorde, si no sabes tocar, no puedes hablar con el órgano, pero puedes hacer música con el sonido del lenguaje, cuando se toca el teclado sin saber que esto es una silaba y esto es otra, también se puede hacer música con ello”.
 
Además cuenta con un teclado de máquina de escribir. Ahí el espectador puede escribir lo que quiera y cuando se presiona la palanca de retorno, el órgano pronuncia lo que se escribió, “es el modo de hacer que el órgano hable”.
Otra de las piezas es a base de pianolas, las cuales también fueron adaptadas, pues tenían canciones en español y para ser exhibidas en el Festival Ars Electronica se les pusieron valses austriacos y música clásica.
 
Estas pianolas tienen “expuesto el mecanismo y el papel; el rollo de papel donde están las canciones escritas a través de ‘agujeritos’, es el primer sistema digital de reproducción de música, es básicamente ceros y unos, agujerito y no agujerito”.
 
El objetivo de esta pieza es enfrentar a las nuevas generaciones a las antiguas tecnologías, “porque hay chavos que ni siquiera usaron el walkman, nacieron con el CD y es muy impresionante, los impacta mucho ver que eso (en las pianolas) es una grabación”.
 
Por ello, se deja expuesto el mecanismo a fin de que se pueda entender “que es una tecnología primera, una de las primeras, junto con los lectores ópticos, que es el modo actual, es una reinterpretación, es mezclar tecnologías de antes, con tecnologías totalmente de este momento, como los sensores ópticos y los generadores de tonos”.
 
A Tania Candiani le encantan las primeras tecnologías. “Me parece injusto, me da como pena, tristeza, por ejemplo pensando en el bordado, en los telares, en estos primeros sistemas de bordado, que se basan en tarjetas perforadas y toda esta belleza de maquinaria, que va siendo sustituida por las nuevas tecnologías, eso viene a sustituir el bordado a mano, todo lo hecho a mano pierde valor y como no es sostenible en sentido económico, se pierde y se convierte en tecnología obsoleta”.
Cinco variaciones de circunstancias fónicas y una pausa trata de ser, agregó la artista, “una especie de homenaje a las primeras tecnologías, a la belleza de esas maquinarias y a la búsqueda del no olvido, como este asunto de la memoria y unir los modos en que se entendían las cosas y los modos en que se entienden ahora”.
También comentó que en la exposición hay un video en el que participan nueve escritores y un escribano. Los autores le contaron una historia al escribano y este escribió su propia versión de la narración, “es un poco el teléfono descompuesto”.
 
Se trata de una pieza muy larga, pues el video tiene una duración de 3 horas 20 minutos, ya que la mayoría de historias eran de menos de cinco minutos y el escribano se tardaba hasta 16 minutos en hacer su propia versión.
 
Además de exhibir estas piezas, Tania Candiani participará en conferencias y mesas redondas que forman parte del Festival Ars Electronica donde hablará del proyecto, mostrará cómo fue hecho y platicará sobre la obsolescencia y los procesos de producción.
 
Aunque el festival sólo dura cinco días, la artista comentó que la exposición Cinco variaciones de circunstancias fónicas y una pausa estará más tiempo en exhibición y ya se realizan negociaciones para llevarla a otras sedes en Europa.
“Estoy muy emocionada, porque es una buena oportunidad de que se conozca más el proyecto, encuentre nuevas sedes y que se sepa más de él” y confió en que tendrá buena recepción en Austria, ya que “conjuga perfecto con el tema del festival, que es La evolución de la memoria”.
 
Finalmente, comentó que no es la primera vez que un artista mexicano participa en el Festival Ars Electronica, ya que creadores como Israel Martínez, Gilberto Esparza e Iván Abreu ya han abierto el camino.
“Hay muchos artistas mexicanos que están trabajando con nuevas tecnologías y nuevos medios, utilizando este acercamiento a las tecnologías y el arte, de cruce entre tecnologías, sonido, ciencia y arte”, concluyó Tania Candiani.

Información: AGB

Documentos

Descarga el PDF Kit de prensa