Silvestre Revueltas, un compositor “que sacaba cada nota de su entraña y de su corazón”

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Información: RGT
Comunicado No. 1537/2010
05 de octubre de 2010

***Conaculta rinde homenaje a este destacado músico mexicano en los 70 años de su fallecimiento

Nacido en Santiago Papasquiaro, Durango, el 31 de diciembre de 1899, el violinista, compositor y director de orquesta, Silvestre Revueltas fue el hijo mayor de una familia con destacados personajes en la vida cultural de México, como Fermín (pintor y muralista), José (escritor, novelista y guionista), Consuelo (pintora) y Rosaura (actriz).

       De él, Octavio Paz escribió: “Silvestre sacaba de sí mismo, de su entraña, cada nota, cada sonido, cada acorde; los extraía de su corazón, de su vientre, de su cabeza, de un bolsillo insondable de sus pantalones […].”

       Durante la ceremonia fúnebre, el poeta Pablo Neruda, amigo del músico, leyó su poema A Silvestre Revueltas, de México, en su muerte (Oratorio menor).

       Considerado el embajador musical de México en el mundo, Peter Garland, uno de sus principales estudiosos, considera a Silvestre Revueltas el mejor compositor surgido en Latinoamérica.

       Autor de In search of Silvestre Revueltas (1991), libro pionero en inglés sobre el compositor mexicano y uno de los más citados por críticos musicales y académicos estadounidenses, al hacer alusión a Silvestre Revueltas afirma: Nosotros tendremos probablemente que esperar hasta el próximo siglo para tener una perspectiva correcta [sobre Revueltas…] Mi opinión es que esa perspectiva diferirá radicalmente de la que ha sido decretada a través de las universidades y el trabajo académico desde la década de 1940; y con esa visión corregida, Silvestre Revueltas figurará como uno de los grandes compositores de este siglo [el siglo XX].

       Silvestre Revueltas fue un niño prodigio del violín, pues tocó ese primer instrumento cuando tenía cinco años y dio su primer recital en 1911.

       En los años de la Revolución Mexicana, durante su estancia en la Ciudad de México, estudió en el Conservatorio Nacional de Música. Según registros sus primeros trabajos de composición datan de 1915 y en ese entonces buscaba ganarse la vida tocando en cines y orquestas. Poco tiempo después, por decisión de su padre, Gregorio Revueltas, Silvestre y su hermano Fermín viajan a Estados Unidos, para continuar sus estudios.

       Con 17 años de edad, Silvestre ingresa a la escuela jesuita de St. Edwards, en Texas, donde se le recuerda como un músico especialmente dotado, que ofrecía recitales. Allí descubre la música de Claude Debussy, de quien tendría una gran influencia, así lo demuestra una de sus primeras piezas para piano, Margarita.

       Debido a su talento, en 1919, Silvestre ingresó en el Chicago Musical College, donde obtiene el diploma en violín, armonía y composición. Durante su estancia en Chicago, considerada la ciudad cultural y musical de la época, se relaciona con movimientos de izquierda y se casa con la cantante Jule Klarecy, con quien tuvo una hija, Carmen. También en esa época Silvestre se vuelve alcohólico, lo que más tarde le llevaría a la muerte.

       Revueltas vive en ese tiempo momentos vertiginosos. En 1920 regresa a México y en 1922 vuelve a Chicago y conoce al violinista checo Otakar Sevcik. En 1923 muere su padre, situación que lo obliga a regresar a México. Su condición económica se vuelve precaria y ofrece recitales como única manera de sostenerse económicamente.

       Silvestre se abre paso en el ambiente cultural de México y se relacional con figuras destacadas. Conoce y hace amistad con el músico Carlos Chávez en 1924, pero poco después regresa a Chicago a atender trabajos pendientes. En 1925, Silvestre vuelve de nuevo a  México y deja Chicago para siempre. Sin embargo, insatisfecho con el ambiente musical de México, regresó a Estados Unidos. Entre 1926 y 1928 reside en las ciudades de San Antonio, Texas, y Mobile, Alabama. Revueltas compone la primera obra importante de su catálogto Batik para pequeña orquesta.

       Para Silvestre Revueltas, Estados Unidos fue durante su vida tierra de aprendizaje y de formación. Entre 1917 y 1929 (o los últimos días de 1928) en diversos momentos y con intermitencias Revueltas vivió, trabajó, aprendió, enseñó, se casó, confirmó su talento como ejecutante (al violín) y puso la semilla de su trayectoria como compositor, indica Jesús del Toro en su ensayo Silvestre Revueltas: Una aproximación a su presencia en Estados Unidos.

       Carlos Chávez fundó en 1928 la Orquesta Sinfónica de México  e invitó a Silvestre Revueltas a participar como director asistente de la orquesta. Este acontecimiento representó la inclusión de Revueltas en el desarrollo cultural de México. Sin embargo, Revueltas desdeñaba su propia capacidad de compositor y dudaba de presentar sus obras al público, además la crisis con el alcoholismo comenzaba a agravarse. Después de una intensa relación musical en 1935 se suscitó una ruptura entre Chávez y Revueltas, sin que se supiera la causa exacta de ello.

       Se ha considerado el inicio de Revueltas en la composición como tardío ya que no comenzó seriamente a componer sino hasta 1929, de hecho su obra abarca prácticamente sólo 10 años, de 1930 a 1940. Una gran cantidad de obras de Revueltas incluyen distintas versiones como los dos primeros poemas sinfónicos de la trilogía Cuauhnáhuac, Esquinas y Ventanas por orden cronológico. Otras obras fueron arregladas y reconstruidas por distintos autores después de la muerte del compositor.

       Entre sus obras destacan sinfónicas, ballets, canciones y composiciones teatrales como Dúo para pato y canario, El tecolote (1931); Ferias y alcancías (1932); Tocata (1933), Platos (1934) y Redes (1935). Además de Janitzio (1936); Sensemay, Canto y pequeña orquesta (1938); Homenaje a García Lorca y La coronela (1940) y la banda musical de las películas Vámonos con Pancho Villa, La noche de los mayas y Ocho por radio, entre otras.

       En 1937 marchó a España, y participó de manera activa en la guerra civil en favor de la República.

       En 1943, tres años después de la muerte del autor, Rosaura Revueltas, hermana del compositor, adquirió los derechos de todos los manuscritos de Revueltas los cuales permanecían sin publicar debido a que el compositor prácticamente no publicó ninguna obra en vida. Silvestre Revueltas falleció a los 41 años.