¡Qué payasos! puso a rocanrolear a los chavitos en la FILIJ

• Música

***Entre libros, talleres y juegos los asistentes disfrutaron del humor y la música de su grupo de rock

Y como el rock y los libros son cultura, el grupo preferido de los chicos, ¡Qué Payasos!, hizo las delicias de los asistentes en el primer día de la 30 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) en la Plaza de la Música del Centro Nacional de las Artes del Conaculta.

      En realidad no fueron sólo los menores los que disfrutaron; allí estuvo medio mundo: niños de primaria, jóvenes, padres de familia y maestros que desde temprano recorrieron las exposiciones de decenas de editoriales que participan en el Festival Internacional del Libro Infantil y Juvenil.

       Con 28 años incursionando en foros importantes del país, ¡Qué payasos! divirtió con la cantada a ritmo de rock y puso a bailar y saltar a los más eufóricos.

      Durante una hora, por lo menos 300 personas disfrutaron del espectáculo. Sentados bajo la sombra de un árbol o a pleno Sol, la gente escuchó las rolas clásicas del género que ya es un clásico hasta para los de cero a 12 años.

      Nacho Mostacho y Beto Batuca acompañados de la cantante María Emilia abrieron el show con la rola de El rap y de allí se siguieron de frente con más de media docena de canciones que, combinadas con su característico buen humor, mantuvieron al público sonriente, cautivado y participativo.

      Y en un foro dedicado a la cultura y el fomento a la lectura, Nacho Mostacho y Beto Batuca no quisieron hacerse menos y aportaron con sus preguntas a la “ilustración” de la concurrencia: ¿Quién es el autor de Jamás hice el amor, preguntaron y a la vez respondieron ellos mismos: ¿El padre Maciel? ¿Sor Juana Inés? ¿La madre Teresa de Calcuta? No. Fue Virgilio.

      Sentados en el pasto, con sus mochilas al hombro, vestidos de pants y chamarra, los chavitos participaron en el espectáculo de ¡Qué payasos!

      “Me gustan sus chistes”, dice Roberto. “A mí me encanta que me echen agua desde arriba”, expresa Simao. “De todas sus canciones, prefiero El gato”, confiesa Carolina. Todos ellos sudorosos y chapeados de tanto correr bajo el sol, alumnos de la escuela primaria Zimbabwe, ubicada en avenida Plateros, allá por la delegación Álvaro Obregón.

      También aquí estuvo una familia que dice ser fan “número uno” de ¡Qué payasos!, pues los siguen a donde quiera que van. Rafael Martínez y su esposa Dolores llegaron al Cenart, procedentes de Iztapalapa. Vinieron con sus tres hijos, dos adolescentes y un niño de cuatro años.

      “Es un espectáculo educativo y con mensaje. No son pesados con los chavos”, dice Rafael. “Son muy sanos y blancos para los niños”, afirma Dolores.

      Pero Nacho Mostacho y Beto Batuca hacen de las suyas desde el escenario. Mientras cantan “los negros no son tan negros, mamá”, Beto Batuca rocía con agua a los chavitos, sin misericordia.  Ellos, los de abajo, sin dejar de saltar y sonreír,  y con los brazos de alto, piden ser mojados.

      ¡Qué payasos! volverá a presentarse en este mismo foro el domingo al mediodía.