Emotivo recital de la mezzosoprano Ana Caridad Acosta y el pianista Rodolfo Ritter
Comunicado No. 1641/2011
14 de agosto de 2011
***El concierto formó parte del programa El íntimo decoro, Música de Cámara que se presenta en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
***Interpretaron piezas de Reynaldo Hahn y Maurice Ravel
Como parte del programa El íntimo decoro, Música de Cámara se llevó a cabo este sábado un recital en el que participaron la mezzosoprano Ana Caridad Acosta y el pianista Rodolfo Ritter en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
En un ambiente íntimo y emotivo, Ana Caridad Acosta, rompió con la solemnidad de los espectáculos de música clásica e intercambio palabras y experiencias con el público, mientras que el pianista Rodolfo Ritter explicó algunas de las características más importantes de las piezas a interpretar.
“Estoy muy emocionada porque es la primera vez que trabajo con Ritter y es una gran experiencia montar un repertorio de piezas virtuosas para el piano y a nivel técnico”, dijo la mezzosoprano.
Entre las piezas se encontraban las obras Chansons grises, Tous deux, En sourdine, La bonne chanson y Paysage triste del compositor de origen venezolano y más tarde nacionalizado alemán, Reynaldo Hahn (1874-1947).
Su música destaca por una profunda influencia de la poesía que tiene un efecto incluso, en la composición vocal como lo demuestra la siguiente cita en la que Hahn llegó a afirmar: "La verdadera belleza del canto consiste en una perfecta armonía, una amalgama, una aleación de misterioso del canto y la voz que habla, o mejor dicho, la melodía y la palabra hablada."
El programa continúo con obras de Maurice Ravel (1875-1937), cuyo trabajo para piano y orquesta ha sido vinculado con el estilo neoclásico y con ciertos rasgos del expresionismo.
Ritter comentó que Ravel es considerado uno de los más grandes orquestadores del siglo XX ya que supo darle color a cada una de sus piezas musicales como lo demuestran las canciones Asie y L´indifférent.
En una oportunidad única los espectadores pudieron disfrutar de la versión para piano de La flûte enchantée, pues la mayoría de las ejecuciones que generalmente se escuchan en los recitales y conciertos han sido para orquesta.
Al término de la función y ante los aplausos de los asistentes, los concertistas regresaron al escenario para interpretar la pieza L´heure exquisite (La hora exquisita) de Reynaldo Hahn.
Ana Caridad Acosta obtuvo el primer lugar en el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli y en el Concurso Internacional Voces del Pacífico, en Estados Unidos, además de ser finalista en los concursos Belvedere de Austria y Shizuoka en Japón.
Rodolfo Ritter obtuvo la medalla de oro en el Concurso Nacional de Piano Angélica Morales 2003 y obtuvo la plaza de pianista de Concertistas de Bellas Artes por concurso de oposición en 2008. Ha tenido la oportunidad de presentarse en escenarios de Israel, España, Francia, Italia, Suiza, Dinamarca, Canadá y Cuba.