La labor de Ricardo Flores Villasana se muestra en la exposición Laberynthus… un proceso arquitectónico

  • Patrimonio cultural, arquitectura y turismo
Información: JRA
Comunicado No. 994/2012
04 de mayo de 2012

***97 láminas y 12 vitrinas con documentos, fotografías y maquetas de sus proyectos más representativos, conforman la exhibición

En el Museo Nacional de Arquitectura, del Palacio de Bellas Artes, se presenta la exposición Laberynthus… un proceso arquitectónico, dedicada a presentar los aportes de Ricardo Flores Villasana (1925-2004) en esta disciplina y en las expresiones gráficas en que incursionó, como en el diseño de textiles y la fotografía.

La muestra podrá ser apreciada hasta al 29 de julio de 2012 y ha sido curada por las hijas del arquitecto Marisa y Cecilia Flores Pacheco, y la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA. En entrevista, Marisa Flores señaló que una de las características más destacada del arquitecto es que hizo a un lado el racionalismo que se siguió durante los años 50.

Destacó que a partir de la siguiente década, el creador se dedicó a buscar, a través del uso de materiales poco frecuentes para las construcciones de la época como el acero, diseños cercanos a la arquitectura popular mexicana, además de aplicar un sentido social a sus diseños.

Otro aspecto que destaca la exhibición son los aportes poco conocidos de Flores Pacheco a edificios públicos, como la autoría del diseño de la terminal uno del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

También la creación de un método particular de enseñanza, que aplicó en dentro de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, bajo el esquema de autonomía de la máxima casa de estudios, que se alejó del racionalismo que dominó a la academia de la especialidad durante los años 50.

Sobre este último aspecto, Marisa Flores destacó que su método de enseñanza incorporaba elementos como el uso del color, formas tradiciones y populares vistas sobre todo en las construcciones populares del país, con la intención de desarrollar un estilo propio, un tipo de arquitectura cercano a la gente y proveniente de las tradiciones iconográficas mexicanas.

Otro aspecto destacado por la hija de Flores Villasana es que el arquitecto incursionó en diferentes artes visuales, como el diseño grafico y la fotografías, al tiempo de buscar su propia voz y estilo dentro de cada una de estas expresiones con lo cual se colocó como un autor original y propositivo.

La exposición está acompañada de un catálogo que documenta estos procesos y el contenido de la propia exposición, que incluye 97 láminas de color con sus diseños, tanto los arquitectónicos como los gráficos, 12 vitrinas con documentos personales, ejemplos de sus textiles y maquetas de los proyectos más representativos.

De esta manera las hijas del arquitecto buscan generar una mayor difusión del legado de su padre, al tiempo de resaltar sus aportes en la enseñanza de la disciplina y en la construcción de edificios públicos o habitacionales cuyos modelos se han seguido hasta nuestros días.