Con Memorias de dos hijos caracol, historia de amistad y amor promoverán el teatro entre escolares
16 de enero de 2014

Una historia de amor y amistad, que aborda temas como la diversidad humana y la convivencia armónica es Memorias de dos hijos caracol, de Conchi de León y Antonio Zúñiga, que será estrenada el sábado 18 de enero a las 19:00 horas en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, con entrada libre.
Dicha obra, dirigida por el maestro Javier Serna, fue seleccionada para presentarse en el XIX Ciclo del Programa Nacional de Teatro Escolar, organizado por el CONACULTA – INBA a través de la Coordinación Nacional de Teatro, el CONARTE, y la Secretaría de Educación en el Estado.
La temporada de teatro- donde se pretende atender alrededor de 40 mil niños de escuelas primarias y secundarias del estado, se realizará a partir del lunes 20 de enero y hasta el 11 marzo de 2014 en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad.
Las funciones serán de lunes a viernes en los horarios de las 9:00, 11:00 y 14:00 horas. El costo de recuperación es de sólo cinco pesos. Se realizarán un total de 80 representaciones.
“Me gusta hacer rupturas con las cosas que la gente está acostumbrada a ver. Un poco para progresar en el discurso y avanzar en las ideas. Entonces yo parto con Memorias de dos hijos caracol, de la premisa de familiarizar la mirada y con esto pretendo que los niños adopten otro tipo de convivencia con el teatro”, manifestó el maestro Javier Serna.
La obra es muy sencilla y presenta una situación cotidiana, - señaló en teatrista-, pero en su discurso deja ver muchas cosas que me interesa manejar en este momento en el teatro.
Y bueno- dijo- a través de esta idea de familiarizar la mirada, lo que se explora es cómo de alguna manera la institución que llamamos familia, puede ser de alguna forma un concepto que muchas veces enmascara una cierta violencia en términos de la formación de las niñas y niños.
Entonces- apuntó- el objetivo es presentar un análisis intertextul para que este trabajo proponga ópticas alternativas frente a la tradicional mirada familiar, que muchas veces nos fuerza a repetir los patrones convencionales y normativos, pero que en ocasiones como seres humanos no nos dan oportunidad de realizar nuestros sueños.
La obra- afirmó- pretende quitar esos discursos hegemónicos para poder ofrecer otras alternativas, que tengan que ver más con un mundo contemporáneo.
La anécdota
“La anécdota es muy sencilla: es un niño de Chihuahua y una niña de Yucatán, que se encuentran en un espacio escénico jugado a imaginar y esto nos dio la oportunidad para tocar los temas que están afectado el crecimiento de los niños como puede ser el buying y el extrañamiento de ciertos niños que no encajan dentro del estándar que a veces la sociedad nos pretende imponer”, manifestó Serna.
Entonces- explicó- la obra pretende crear una plataforma de expresión donde la diversidad humana tenga la oportunidad, el espacio y tiempo para hablar de sus propios intereses y através de este discurso plantear otro tipo de alternativas en términos de educación.
Sin duda, dijo, los niños asistentes saldrán enriquecidos. Decidí proponer este proyecto escolar porque me parece que la etapa infantil es fundamental para empezar a proyectar su manera de ser y de pensar. Entonces cuando propongo esta alternativa pienso que los niños que vayan a verla van a aprender a comprenderse mucho mejor ellos mismos y a mejorar su convivencia con sus compañeros.
“Porque pienso que construir una relación afectiva partir de nuestras diferencias va a crear un lazo más fuerte que será mucho más difícil de destruir que los que estamos adquirido sin esforzarnos; hay que batallar un poco, luchar para comprender al otro, entender su diferencia y su disidencia en relación a universos y conceptos y esto creará un lazo afectivo indestructible”, señaló.
“Entonces pretendemos que los niños entiendan este concepto, que aprendan a partir de la tolerancia a reconocer la diferencia a aceptar y convivir con ella en armonía”, concluyó.
Sinopsis:
Memorias de dos hijos caracol es la historia de Coco, una niña de Yucatán, y de Toto, un niño de Chihuahua. Ambos “juegan a ser lo que no son”. Juegan a volar lejos con sus madres y también lejos de las, a veces, duras palabras de las madres. Ambos niños, al igual que la mayoría de los niños de México, ignoran todavía qué pueden esperar de la vida; aunque tampoco saben qué es lo que la vida espera de ellos. Lo que sí saben Coco y Toto, es lo que no están dispuestos a ser. Mientras tanto, como niños se conforman, por ahora, con jugar a ser diversos probando distintos personajes: hijos …niños …amigos …mariposas …madres …novios temporales. Juegan también a ser compañeros de escuela en Ciudad Juárez, con tenerse el uno al otro y compartir el ‘lunch’ mientras van consolidándose como diferentes y únicos. Mientras van descubriéndose se inventan el uno al otro y fundan la amistad como valor ético. Juntos van madurando en este proceso de crecer, de conocer y conocerse jugando a los personajes, de volar para finalmente comprender que por muy lejos que se alejen de sus madres y lugares de “origen”, nunca dejarán de estar en casa. Ellos lo manifiestan así durante la obra: “porque donde está tu corazón, está tu casa”.
REPARTO:
Morena González Coco / Elba / Coco adulto / Mariposa
Víctor Martínez Toto / Cenobia / Toto adulto / Mariposa
ENSAMBLE:
Joe Brandon Acrobacia Aérea / Niño
Alan Durell VJ / DJ / Cantor
José Olivares Danza Aérea / Mariposa / Niño Cecilia Ramos Danza Teatro / Mariposa / Niña
CREATIVOS:
Diseño del Espacio Escénico Daniela Serna
Diseño de Iluminación Francisco González
Vestuario Karla Ramírez
Maquillaje Patricia Loya