“El pueblo exige un culpable, y yo se los daré. Lo sea o no”...
Reverendo Samuel Parris

Ministro Puritano en el pueblo de Salem, Massachussets durante los juicios por brujería en 1692. Siendo el padre de Betty Parris y tío de Abigail Williams, las primeras niñas afligidas y quienes aseguraron ser hostigadas por la esclava de la familia, Parris presionó a Tituba hasta que confesó ser bruja, y fue obligada a señalar a otras familias de practicar la magia negra con tal de obtener su libertad y evitar la horca.
En la obra “Salem”, tras haber condenado a muerte a las primeras acusadas por brujería, el Reverendo Parris se asegura de mantener el orden y control en el pueblo. Sin embargo, cegado por la ambición y poder, lo llevarán a cometer actos ruines que pondrán en peligro a todo aquel que intente contradecir su autoridad.