Claves para escuchar: Static Discos

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Static Discos nace durante el auge de la Tijuana Nortec entre los años 2000-2001. Antes, Ejival, Fernando Corona y Rubén Alonso Tamayo tenían un sello llamado Nimboestatic
, que editó bandas de rock de la región (Tijuana, Ensenada y Mexicali), donde muchos de los integrantes de esos proyectos empezaron a realizar música electrónica. Decidieron entonces iniciar un nuevo proyecto y en el año 2002 editaron sus primeros dos discos, Murcof y Fax. Así que esta creciente escena electrónica en Tijuana los inspiró a crear Static Discos. A la fecha llevan cerca de treinta y cinco lanzamientos, y aunque la naturaleza de la distribución de la música ha cambiado radicalmente desde que iniciaron, el pie en los mercados digitales lo tienen desde hace cinco años. Si bien los discos compactos se mueven menos, esto es más que nada una oportunidad para replantear el enfoque del sello y cómo se presenta al público. En la disquera cuentan con el subsello Verdigris, con artistas como Valentina, Florencia Ruiz, Orlando, One Second Bridge, Perdutto y Fonogram, que es, en palabras de Ejival, “como más canción de autor vía vanguardia pop”.                                                             

¿Quiénes hacen y qué hace Static discos?

Actualmente son Ejival y Rubén Alonso Tamayo (Fax). En un inicio estaba Fernando Corona, aunque siempre está disponible cuando se le necesita. La naturaleza del sello fue siempre editar música electrónica mexicana de calidad que pudiera competir con sellos internacionales. Buscar a los mejores artistas nacionales y fungir como plataforma para ellos. Murcof, Fax, Carrie, Antiguo Autómata Mexicano, Cubenx, Kobol, Latinsizer, R. Mendoza y Childs han sido algunos de los artistas beneficiados con esta plataforma, que ha logrado colocarlos en el extranjero y convirtiéndolos en referencia a México en el mercado internacional de música electrónica.

Fax es quien tiene más lanzamientos en el sello. Otros: Childs, Carrie, Murcof, Latinsizer, Cubenx, R. Mendoza. Lo que editan es por gusto personal, es la base fundamental del sello, en muchos aspectos.

Competencia o esfuerzos en conjunto con otros proyectos

Siempre ha existido una competencia saludable entre los sellos de música electrónica que hay en México y otros proyectos alrededor de Static (Nortec, por ejemplo), pero más bien es una cuestión de ayuda mutua en la medida de lo posible. Por lo menos esa es la posición de Ejival al respecto; poder ayudar a los otros sellos con apoyo en la distribución, diseño gráfico, etcétera.

En un momento el sello fue autosustentable. Ahora que se han enfriado las cosas a nivel global, empiezan de cero. Es un nuevo mundo, el campo digital ha cambiado todo y resulta necesario hacerle tabula rasa al marcador. Static Discos les ha permitido conocer a gente que comparte muchas de sus preocupaciones, anhelos y objetivos, viajar y  codearse con gente que compra sus discos y reconoce su trabajo. También han sufrido la falta de reconocimiento, el desprecio de los medios especializados y tener que luchar contra esa estructura que dice que sólo es importante la música proveniente de Nueva York, Londres o Berlín. En muchos lugares de México no los conocen, sin embargo, hay lugares en Japón donde los consideran un sello de culto.

A todo esto, ¿es una ventaja estar en Tijuana? pareciera que en un principio sí lo fue, pero eso cambió debido a la distribución digital en Internet. La ubicación ayudó mucho durante los primeros cinco años del sello, ahora las cosas son diferentes.

Lanzamientos recientes y futuros:

Los nuevos discos de Fax, Orlando, Federico Crespo, Microesfera, Blacmale y Arhkota.

http://staticdiscos.com/

Monocromo

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Fotos: Monocromo

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Desde el principio, Monocromo se conformó como una red de trabajo entre distintos colabo­radores para la creación de un producto central: la publicación de un objeto editorial de manufactura usual­mente artesanal.

Con tres años de historia y quince números editados en los que han colaborado alrededor de cien artistas de Michoacán y otras ciuda­des de México y el mundo, Monocromo ha logrado publicar un gran número de propues­tas, disciplinas artísticas y formas de creación que convergen en un punto específico.

Monocromo se inclina por la autoproduc­ción, ya que además de reducir los costos, permite el control total sobre los resultados. Un proceso como éste conlleva un trabajo que se ejecuta a mano, desde marcar los soportes y realizar suajes hasta la impresión serigráfica  de las portadas, por ejemplo, así como la im­presión/reproducción del contenido.

Los editores de Monocromo, Tania Chávez, Paulina Morales, Paloma Gamiño, Francisco Zúñiga y Miguel Ángel Herrera se reúnen a discutir y presentar propuestas sobre cómo será el próximo número cada que llega el momen­to de pensar en ello, ya que tanto el contenido como el formato de la publicación cambian de manera constante.

Los trabajos que se publican giran en tor­no a las formas del arte gráfico y a la relación que éste tiene con otras ramas artísticas como la literatura, la fotografía, la música, el video o la intervención de soportes.

Los métodos clave de operación son la au­toedición y la autosustentabilidad, que ofrecen libertad en cuanto a contenidos, diseño y for­mato, siendo este último un aspecto de vital importancia, puesto que una de las principales características del proyecto es la experimenta­ción a partir de los formatos de presentación tratando de no estancarse en un modelo es­tándar establecido (revista, periódico, libro).

La intención de cada número es que el for­mato sirva al contenido y tenga relación con los trabajos, a la vez que potencia el enten­dimiento del producto editorial a manera de objeto.

Así, el contenido de Mo­nocromo puede estar dentro de una caja de cartón com­primido, trípticos de cartón corrugado, sobres de papel o fundas de cartulina, por mencionar algunos de los empaques que se han realizado hasta la fecha.

Una vez que se tiene la idea general para un nuevo número, se procede a la recopila­ción de trabajos que se publicarán mediante una convocatoria abierta o a través de invita­ciones específicas a artistas que realizan obra considerada acorde al concepto del número en cuestión. La selección responde únicamente a los criterios de los editores y no a intereses externos.

A la par se proponen materiales que se uti­lizarán en la factura y las formas de impresión tomando en cuenta los costos y la practicidad. Se realizan dummies con las propuestas ver­tidas por los cinco editores del proyecto y se llega a un consenso para utilizar la que resulte más efectiva y viable a realizarse.

Para el diseño gráfico de cada número Monocromo se encarga de comisionar a un ar­tista específico que realizará los gráficos complementarios: portada, logotipo, stickers informativos, hojas de contacto de los colabo­radores, entre otros, con la intención de que estos elementos tengan una coherencia de uni­dad con el contenido.

La serigrafía casi siempre ha significado la manera más eficaz de plasmar las porta­das sobre los empaques, ya que prácticamente se puede serigrafiar sobre cualquier soporte. Esta forma de intervención ha distinguido al proyecto desde el principio, e inclusive ha re­basado a las portadas de los números: se han intervenido materiales nuevos o encontrados a manera de contenido en algunas ocasiones (un ejemplo es el número 7: intervención de perió­dicos Excelsior de marzo de 1976).

La impresión y reproducción de los trabajos varían para cada número, pero algunos de los métodos que más se han utilizado por su prac­ticidad y eficacia son fotocopias, impresiones láser o grabación de CD’s o DVD’s. La selección de cualquiera de estos recursos se hace toman­do en cuenta las necesidades y características del proyecto específico de cada edición.

Una vez que está listo el producto final, la presentación al público del número repre­senta una de las actividades fundamentales, ya que tiene como objetivo, además de dar­lo a conocer, desarrollar actividades en las cuales participen los editores y los colabora­dores de la edición, creando así exposiciones, proyecciones, festivales o presentaciones au­diovisuales alternas que complementen al proyecto editorial.

Monocromo ha podido tener acceso a si­tios culturales importantes, como el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS), Galería La Mano Gráfica y Casa de la Cultura de León, Guanajuato, por ci­tar algunos, que difícilmente hubieran podido ser conseguidos de manera individual por los participantes.

Es importante apuntar que proyectos simi­lares a Monocromo, es decir independientes y autosustentables, son los principales provee­dores de espacios para la difusión del proyecto. Estos foros, tiendas de arte y galerías, a pe­sar de tener otra orientación, persiguen el fin común de la difusión del trabajo creativo: brindar y crear espacios de libre acceso. De esta manera se forma una red de cola­boración constante con estos espacios como terreno siempre disponible para presentar todo tipo de propuestas y extender el al­cance del proyecto.

Todo este proceso, necesa­rio para el desarrollo y edición de Monocromo, requiere de una exigencia de trabajo por parte de los editores y por lo ge­neral esta inversión no es remunerada (y no se busca que lo sea); se entiende de antemano que hay un objetivo más allá del mero hecho de hacer un proyecto editorial lucrativo.

La edición independiente ha sido perma­nentemente un salto al vacío, un movimiento que se ejecuta siempre hacia un punto ciego donde el futuro del producto es incierto, ya que su eficacia mercantil está en duda por sus bajas expectativas comerciales, y su enfoque tiende más a la generación de nuevas conexio­nes y procesos culturales.

Puedes seguir el proyecto Monocromo en Facebook  https://www.facebook.com/pages/Monocromo/169158153135138

La Perrera: Arte Acción en Oaxaca

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Foto: Gabriela León

La Perrera es un laboratorio móvil de experimentación artística, curatorial, de producción y pedagógica. Se trata de una iniciativa de Gabriela León, Saúl López Velarde y una comunidad transitoria de artistas interesados en el arte y la acción. A partir del año 2007, ha funcionado como un laboratorio en el que se inventan, producen y se comparten proyectos de arte utilizando la acción como catalizador. Trabajamos con artistas de distintas disciplinas y culturas para crear, a través de la complicidad y el diálogo, proyectos artísticos que compartimos con nuestra comunidad. Consideramos necesario abrir un espacio, una suerte de laboratorio para la experimentación artística, curatorial, pedagógica y de producción contemporánea donde —parafraseando a Kaprow— la línea entre el arte y la vida sea tan fluida, y quizá tan indistinta como fuera posible.

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