La fauna del Templo Mayor de Tenochtitlan


En el marco del Proyecto Templo Mayor se han recuperado, en contexto de ofrendas, más de doscientas especies correspondientes a once grupos zoológicos. Además de los restos óseos, numerosas referencias de piedra, hueso, concha y cerámica han sido encontradas en las excavaciones arqueológicas.

Este edificio, también conocido como el Huey Teocalli, se componía por dos adoratorios dedicados a los dioses Tláloc y Huitzilopochtli, los cuales se vinculaban a cierto tipo de fauna en particular. En lo que respecta al simbolismo de la mitad sur del Templo Mayor, la cual se encontraba dedicada a la deidad guerrera de los mexicas, Huitzilopochtli, se ha interpretado que representaba la Montaña Serpiente o cerro de Coatépec.

 

 

Tláloc

Animales asociados a Tláloc

Numerosos eran los animales que se relacionaban con el dios de la lluvia, Tláloc, especialmente las serpientes, los peces y las ranas. De las depósitos dedicados a este dios, la Ofrenda 41 es un caso muy interesante, ya que se trata de una caja de basalto con relieves en sus cuatro caras y en la tapa: en conjunto representan a Tláloc. Tanto en el exterior, como en el interior de la caja fueron depositados objetos relacionados con el plano acuático. Destacan las representaciones de aves, peces, serpientes, lagartijas y una canoa con remo y timón. La mayoría de los artefactos fueron realizados en concha madreperla y en piedra verde, gran parte de estos últimos corresponden al estilo mezcala, procedente del actual estado de Guerrero.

 

Huitzilopochtli

Animales asociados a Huitzilopochtli

Dos son los animales que están estrechamente vinculados al numen titular de los mexicas: el colibrí y la serpiente conocida como xiuhcóatl. La relación con el primero se hace evidente en el nombre de la deidad -colibrí zurdo o de la izquierda- y en los atavíos de Huitzilopochtli, en específico, con el yelmo que porta en algunos códices. En las excavaciones del Templo Mayor de Tenochtitlan se localizó, al pie de las escalinatas que conducían al adoratorio de este dios, la Ofrenda 100, la cual consiste en una cista que corresponde a la VII Etapa constructiva (1502-1521 d. C.). En el interior de esta caja, manufacturada con sillares de tezontle, se localizaron dieciséis ejemplares de esta diminuta ave, caracterizada por sus colores metálicos y su vuelo de movimientos rápidos que producen zumbidos. El otro animal relacionado con Huitzilopochtli es la xiuhcóatl, conocida también como la serpiente de fuego. Esta última es en realidad un animal mítico que de cuyas fauces sale un remate de estrellas. Tiene una cola en forma de yauhtli, la cual ha sido relacionada por algunos especialistas con los rayos y el fuego. Esta serpiente, identificada con los cometas, fue el arma con la que Huitzilopochtli venció a su hermana Coyolxauhqui. Esta sierpe también se asociaba a otros dioses como Xiuhtecuhtli, deidad del fuego.

 

 

Montaña Serpiente

El templo de Huitzilopochtli representaba el cerro del Coatépec (Montaña Serpiente), lo cual lo relaciona estrechamente con el mito de nacimiento de esta deidad guerrera y con la muerte de su hermana Coyolxauhqui. Esta equiparación con el cerro se sustenta, de acuerdo con Eduardo Matos, coordinador del Proyecto Templo Mayor, en: 1) la presencia de Coyolxauhqui, desmembrada y al pie del cerro (que corresponde a la plataforma del edificio); 2) Huitzilopochtli victorioso en la cima; 3) el monolito de la diosa Coyolxauhqui se repite de una etapa a otra; 4) y en que durante la fiesta dedicada a Huitzilopochtli un grupo representaba a los huiznahuas, había una xiuhcóatl (serpiente de fuego y arma de Huitzilopochtli) que descendía del templo. Durante esta celebración los sacrificados eran proyectados desde la cima, de tal forma que el mito se reactuaba en cada fiesta.