Las perspectivas: 1995-2000
La
necesidad de vincular más estrechamente cultura y escuela
ha revelado el carácter estratégico que tienen
el libro y la lectura en la educación y en el desarrollo
personal de los individuos. El libro sigue siendo el instrumento
privilegiado para la educación y la difusión
de la cultura. Extensión de la memoria y, al mismo
tiempo, de la imaginación, el libro tiene un papel
insustituible en la política cultural. Así,
al mismo tiempo que la Secretaría de Educación
Pública busca avanzar en la tecnología de punta
para aplicarla a la enseñanza, no descuida reforzar
la capacidad de leer y de escribir, tanto entre los alumnos
de educación básica como entre los de educación
superior y, asimismo, entre toda la población. En última
instancia, el rayo láser, las computadoras, los satélites
artificiales, la televisión, la radio, los multimedia,
Internet y todos los adelantos tecnológicos descansan
en materiales escritos. No nos será posible progresar
en la tecnología del presente y del futuro si no mejoramos
al mismo tiempo y sustancialmente la capacidad y los hábitos
de lectura entre todos los mexicanos.
A
partir de estas reflexiones, la Dirección General de
Publicaciones se fijó el objetivo general de facilitar
el acceso de la población a libros de calidad y bajo
costo, acordes con las necesidades culturales de nuestra época
y redefinió sus políticas generales para el
periodo 1995-2000 de la siguiente manera:
I. Política editorial de producción de libros
II. Política de fomento a la lectura
III.
Política de concertación y apoyo a la Industria
Editorial Mexicana
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