La reestructuración e innovación de la educación
artística en todos los niveles y disciplinas, tuvo
en los sectores infantil y juvenil un punto de partida indispensable
para la formación de las nuevas generaciones de artistas.
El Sistema Nacional de Fomento Musical (snfm) contribuyó
al logro de este objetivo de la política cultural.
Con
el surgimiento, en 1988, del Consejo Nacional para la Cultura
y las Artes, dio inicio un programa que se propuso, bajo esquemas
pedagógicos novedosos, la detección de talentos
y vocaciones que sumados alentaran la integración de
orquestas juveniles y coros en el territorio nacional.
Nació
así el Programa Nacional de Orquestas y Coros Juveniles
de México, que por cerca de diez años y con
la colaboración de losdiferentes niveles de gobierno,
e incluso de la iniciativa privada, motivó la conformación
de numerosos conjuntos tan diversos como la naturaleza misma
de sus elementos y de las regiones en que se ubicaron.
Movidos
por el interés fundamental de ser un espacio de aprendizaje,
independientemente de las instituciones académicas
existentes en sus lugares de origen, las orquestas y coros
dieron ejemplo de la amplia capacidad de convocatoria que
tiene la música, del rigor, la disciplina y la voluntad
de trabajo en equipo a la que susintegrantes fueron capaces
de atender, al tiempo de propiciar una integración
social en las comunidades urbanas o rurales donde se asentaron.
Bajo
la figura de Asociación Civil, con el objeto de facilitar
la más amplia participación social, el Programa
Nacional de Orquestas y Coros Juveniles de México se
sumó, por una iniciativa del entonces Departamento
del Distrito Federal, a los planes y proyectos del Conjunto
Cultural Ollin Yoliztli, especialmente en el ámbito
de la educación ahí impartida.
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