Programa sustantivo de la política cultural, la atención a las culturas populares tuvo como objetivo favorecer la creación y recreación de la diversidad de expresiones que integran el país, en un marco de respeto a la pluralidad y a las formas de apreciación de la realidad que les caracterizan. A la vez, se propició un diálogo permanente entre las comunidades y se alentaron mecanismos novedosos para el apoyo de sus distintas iniciativas.

En ese sentido, a partir de 1995, la Dirección General de Culturas Populares (dgcp) profundizó las tareas de investigación, preservación y difusión de las culturas étnicas, regionales y urbanas, mediante programas nacionales que reconocieron las aspiraciones y necesidades de los diversos grupos, a la vez que impulsaron procesos de autogestión en beneficio de los creadores y sus comunidades.

La estrategia de cada programa nacional se orientó primordialmente a la capacitación, para que las organizaciones, representaciones comunitarias y sus creadores estuvieran en mejores condiciones de difundir y preservar sus costumbres y tradiciones.

Se avanzó en los procesos de descentralización y de desarrollo cultural regional delineados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, mediante
la concertación con las instituciones culturales de los gobiernos estatales y municipales. Además se impulsó la participación de los sectores res social y privado, con lo cual se sumaron recursos adicionales que permitieron el incremento de metas de trabajo y su impacto social.