Actividades Artísticas

Este programa operó en tres vertientes. En la primera, denominada "Artistas por la República", destacados solistas, grupos y compañías, en disciplinas como la música, la danza y el teatro, realizaron giras que contemplaron actuaciones en foros culturales y espacios públicos que facilitaron reunir numerosas audiencias.

Los "Conciertos y funciones populares", en segundo término, dieron preponderancia a renombrados artistas y agrupaciones nacionales, a figuras y conjuntos representativos de los estados, mismos que llevaron a foros universitarios, recintos sindicales, teatros populares y casas de la cultura de municipios y comunidades apartadas, expresiones musicales, dancísticas y teatrales.

Finalmente, se mantuvo una política de apoyo a los "Festivales y ferias" que fueron organizados, en distintos puntos de la República, por instituciones estatales, patronatos o asociaciones, a través de la inclusión de artistas y grupos que enriquecieron los programas de una gran cantidad de celebraciones en los últimos tres años.

Entre ellos se pueden citar los festivales internacionales de Puebla y Tamaulipas; el Festival de la Frontera; los festivales de Música Antigua, de Música Afroamericana, de Teatro del Siglo de Oro y el de Danza "Raúl Flores Canelo", así como ferias, fiestas populares y comunitarias en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y en la Universidad Autónoma del Estado de México, por mencionar algunas.

De esta forma, el Programa de Actividades Artísticas logró entre 1997 y el año 2000, la realización de 1193 actividades y la participación de alrededor de 900 creadores que permitieron llegar a más de 1000 poblaciones del territorio nacional, beneficiando a más de 700000 personas.

Actividades de capacitación y sensibilización

La Coordinación Nacional de Animación Cultural realizó cursos de formación, capacitación y actualización de promotores culturales en distintas especialidades, así como talleres, conferencias, encuentros, visitas guiadas y actividades multidisciplinarias de sensibilización e iniciación a las artes, tareas que constituyeron un programa indispensable no sólo para la formación de nuevos públicos, sino para estimular el conocimiento y práctica de las manifestaciones artísticas.

En el ámbito de capacitación destacaron los cursos que, de manera ininterrumpida entre 1997 y el año 2000, se impartieron en cerca de 40 sindicatos integrantes del Congreso del Trabajo, así como la formación de coordinadores de Salas de Lectura en colaboración con la Dirección General de Publicaciones.

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