3.
México ha vivido orgulloso de su pasado. Uno de
los aspectos más importantes de las políticas
culturales seguidas por el conaculta ha sido la atención
del patrimonio. Éste ha sido uno de los buques
insignia de la actividad cultural del conaculta y es la principal
preocupación de numerosos programas. La ley que lo
rige desde 1972 ofrece un cúmulo de instrumentos legales
que obligan a la actuación del Estado y al mismo tiempo
permite que diversos organismos de la sociedad intervengan
en su cuidado y difusión. Entendemos por patrimonio
todo aquello que sobrevive de nuestro pasado cultural desde
los monumentos y piezas arqueológicas hasta la música,
el teatro, la literatura, el cine y la arquitectura. A través
del patrimonio celebramos y reafirmamos nuestra identidad
y mantenemos la idea que tenemos de nosotros mismos.
El patrimonio vive una permanente tensión entre el
valor simbólico que se le asigna y la clasificación
normativa. Pese a que las leyes vigentes no establecen jerarquías
entre los distintos bienes patrimoniales, los grandes monumentos
de nuestro pasado indígena ocupan un lugar preponderante
en el aprecio de la sociedad. Tampoco se ha establecido totalmente
entre la sociedad la valoración de los distintos patrimonios
regionales. Por otra parte, aunque el esfuerzo de los últimos
años ha sido promover una política hacia el
patrimonio intangible es necesario un esfuerzo mayor de sistematización
y precisión hacia este campo de nuestra herencia cultural.
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