Estas acciones han buscado poner un primer cimiento en el tratamiento adecuado de la problemática ambiental pues permiten apreciar la profundidad de la dimensión cultural de la naturaleza. Los proyectos podrán derivar en nuevas convergencias del proceso de conocimiento científico y el tradicional.

6. Compromiso público con la creación y la difusión de la cultura. El fundamento de la intervención del Estado en la cultura radica en la obligación del Estado de fortalecer y difundir la cultura establecida en el artículo 3 de la Constitución y en el concepto del derecho de los individuos a participar en la vida cultural consagrado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Básicamente esto conduce a la subvención pública de la creatividad y a la producción cultural.

El apoyo a la creatividad artística ha estado conectado con los mecanismos de financiación de la actividad cultural. Si el Estado dispusiera de los recursos autoritariamente, se correría el riesgo de que ciertas áreas sean beneficiadas en detrimento de otras, o bien se abriría la puerta a que los grupos artísticos se convirtieran en grupos de presión o corporativos. La experiencia mexicana durante muchos años insistió en que debían incrementarse los recursos financieros de apoyo a la creación, pero que estos fondos debían otorgarse con base en el juicio de especialistas desvinculados del sector público. La forma concreta que ha asumido esta política ha sido la creación de diversos fondos de apoyo a la creación, la investigación y el desarrollo cultural, a partir de la experiencia central del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y el Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Estas políticas deben someterse a revisión constante para perfeccionar los mecanismos de operación y evaluar sus ventajas. Con frecuencia algunos críticos han cuestionado las subvenciones a la creación, sosteniendo que inhiben la independencia y tienen efectos perniciosos sobre la producción artística. A favor de la financiación pública se dice en cambio que ésta manifiesta el compromiso del Estado con la creatividad y con la formación de recursos humanos. Por ello en muchos lugares del mundo se ha adoptado el sistema de financiamiento a través de la evaluación de proyectos por medio de profesionales, tratando de mantener alejados a los funcionarios públicos de la selección de beneficiarios. De este modo el sector público a la vez puede estar seguro de que está cumpliendo de manera eficaz y transparente su ejercicio de fomento a la creatividad.