El libro, instrumento
de diálogo
Los libros poseen el don extraordinario de hacer más próximos a los hombres y, desde luego, a las naciones. Entre México y Francia hay una larga historia de afinidades, de ideas compartidas, de mutuos deslumbramientos que pueden distinguirse en gran cantidad de volúmenes de historia, de ciencias naturales, de derecho o de literatura. Somos viejos amigos y hemos recorrido juntos grandes trechos. Podemos afirmar que nos hemos leído y entreleído, y que gracias a ello nos conocemos mejor.
Nuestras relaciones culturales han alcanzado una fortaleza que hoy se consolida a través del Salón del Libro de París 2009, al que nuestro país acude, con gran beneplácito, en calidad de invitado de honor. Es una oportunidad para estrechar lazos y afianzar la cultura del libro que ambas naciones suscriben. El Gobierno de México respalda con particular énfasis esta cultura del libro, fomentando la lectura, impulsando la industria editorial, ofreciendo apoyos a la creación y la traducción, subsidiando ediciones, incrementando las bibliotecas escolares y promoviendo la creación de nuevas librerías a lo largo del país mediante la adopción del precio único. Este esfuerzo se expresa en la extensa variedad de la producción editorial mexicana.
A nadie escapará que el diseño arquitectónico del Pabellón de México, “Mosaico de diversidad”, sugiere, a través de sus volúmenes, cientos de lomos de libros, acaso disímiles, contrastantes o complementarios. Esta diversidad evoca espacialmente la riqueza de la creación literaria y editorial de nuestro país: el libro mexicano da forma al mosaico cultural del México contemporáneo.
Con el esfuerzo conjunto de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Secretaría de Relaciones Exteriores, a los que se suman Proméxico y el Consejo de Promoción Turística, durante cinco días de intensa actividad, el Salón del Libro de París será escaparate del vigor actual de nuestras letras.
No olvidemos que en el mundo hay 400 millones de hispanoparlantes, y México es el país con más hablantes de español: nuestra literatura es floreciente.
Con la presencia de sobresalientes escritores mexicanos y una nutrida delegación de editores, se estimularán los intercambios intelectuales, las contrataciones editoriales y las nuevas traducciones. El Salón del Libro dará al público francés la posibilidad de comprender y apreciar nuestra cultura más vivamente y más a fondo. En el mediano plazo, todo ello redundará en una generosa presencia de la creación mexicana en Francia.
Agradecemos la cordialidad y determinación con que el Syndicat National de l’Édition y el Centre National du Livre acogieron nuestra disposición para acudir a esta cita que marca, decididamente, un hito en la historia de nuestros excelentes vínculos de cooperación e intercambios culturales.
Confiamos en el libro como instrumento de diálogo y entendimiento recíproco. En esta oportunidad, lo extendemos como un presente que renovará los lazos que nos unen a Francia.
Bienvenidos todos al Pabellón de México.
Carlos de Icaza