Guadalajara, Jalisco. En el segundo día de actividades de la sexta edición del Seminario Internacional Vías Verdes México, se llevó a cabo la conferencia magistral Apatzingán, una estación para la paz, a cargo de María del Socorro Venegas, coordinadora general de Obras para Niños y Jóvenes del Fondo de Cultura Económica, quien durante su ponencia destacó la importancia que tiene un proyecto cultural para “rescatar en el imaginario de las personas a los otros, esos que vemos como extraños e integrar a una comunidad, sobre todo si se trabaja con ella desde el inicio de la propuesta”.
En el 2014, el Fondo de Cultura Económica, recibió la invitación para abrir un centro cultural en Apatzingán, una de las regiones más violentadas de Michoacán, refirió Socorro Venegas. “Entonces encontramos que ya había una casa de cultura funcionando en una estación de ferrocarril, con muchas deficiencias, no había un solo libro, no había un proyecto de lectura, había una oferta cultural muy pobre”. Además “rodeaban la estación, asentamientos irregulares, en los vagones que se volvieron viviendas habitan familias completas que no visitaban la casa de la cultura”.
La editora y promotora relató la importante labor de abordar ese proyecto no solamente como un asunto de infraestructura, de rehabilitar la estación y dejar solo un proyecto arquitectónico, puntualiza que “en ningún lugar ahora en México podemos dividir así las cosas, como si el proyecto cultural fuera uno y el proyecto arquitectónico otro”.
Así inició la rehabilitación de La Estación, la cual fue inaugurada en C, un espacio que hoy cuenta con distintas áreas comunes como Estación de Ludoteca, Primera Estación. Lee con tu Bebé, Estación de Talleres, un auditorio, foro al aire libre y plazas laterales, en lo que se constituyó como espacio de convivencia para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, el cual se sustentan en la participación de la propia comunidad. Así, a través de un trabajo de colaboración con la comunidad, se desarrollaron actividades como la lectura, el diálogo y diversos talleres donde la gente de la localidad podía contar sus historias y hacer de este nuevo espacio un lugar para conocerse.
La Estación de la Palabra ha sido parte importante de un proceso de cultura para la paz, y la experiencia se plasma en el libro Cultura de paz, palabra y memoria. Un modelo de gestión cultural comunitario del Fondo de Cultura Económica.
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