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Caminar es la mejor manera de recorrer “El Centro” (como lo llaman cotidianamente sus habitantes). Existen varias rutas para transitar las calles y atractivos culturales y turísticos de este sitio que el poeta mexicano Octavio Paz evocó como “una ciudad de tonos grises y rojizos” por la exquisita composición de tezontle y cantera con la que se construyó un número importante de los inmuebles en la antigua ciudad colonial y que ha sido un deleite para los viajeros de distintas épocas, también conocida como “La Ciudad de los Palacios” a principios del siglo XIX.
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Recorridos a pie
Le recomendamos comenzar su visita en la Plaza de la Constitución, que ha sido la sede de ritos, protestas nacionales y fiestas populares que llegan a su máxima manifestación en la verbena popular que ocurre todos los 15 de septiembre con la conmemoración del Grito de la Independencia de México. En esta plaza diariamente se realiza la ceremonia para izar la bandera nacional (a las 6 am) y arriarla (a las 6 pm). También, en los costados de la plaza, casi todo el día se pueden contemplar los bailes de danzas prehispánicas al resonar de tambores y rituales de “limpias” al copal (resina de árbol que se utiliza supuestamente para limpiar y purificar las energías de un lugar y de las personas que lo utilizan) de modernos curanderos. La explanada de 240 metros por lado está rodeada por algunos de los edificios más imponentes, en su lado oriente el Palacio Nacional, edificado en el sitio donde estuviera el Palacio de Moctezuma. Al norte la Catedral y del Sagrario. Al sur hay dos edificios gemelos: el antiguo edificio del Ayuntamiento, construido en el siglo XVI y modificado en el XVIII, hoy es sede del Gobierno del Distrito Federal. En el costado poniente de la Catedral está el edificio del Monte de Piedad, del siglo XVII. A su vez, el Palacio Nacional, tiene en su costado sur al edificio de la Suprema Corte de Justicia con murales de José Clemente Orozco.
PRIMER RECORRIDO: PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN Y SUS ALREDEDORES
La Plaza de la Constitución
Tiene su origen en la explanada de la ciudad de México Tenochtitlan. Durante el virreinato se le conoció como Plaza de Armas, actualmente es conocida como el “Primer Cuadro” o “Zócalo”. Este último apelativo se debe a que en 1844, se construyó en el centro de la plaza una base o zócalo para colocar sobre él un monumento a la Independencia. Sin embargo, nunca fue construido y al correr de los años surgieron expresiones como: "nos vemos en el zócalo", y se comenzó a confundir el nombre del basamento con el de la plaza.
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Ubicado en lo que fuera el centro de Tenochtitlan, el Templo Mayor de los mexicas se constituyó en el corazón y origen de la ciudad de México. El templo representaba para los aztecas el centro fundamental de su cosmovisión; de ahí partían los cuatro rumbos del universo. Era el lugar por el cual se ascendía a los niveles celestes o trece cielos y, al mismo tiempo, por donde se bajaba al Mictlan o inframundo. En la cima de la pirámide se encontraban los adoratorios del dios del agua y de la fertilidad Tláloc y del dios de la guerra Huitzilopochtli, a los cuales se accedía por dos escalinatas, este espacio fue el sitio sagrado por excelencia.
La zona arqueológica se recorre por un andador que permite ver las ruinas de cerca, entre las que se pueden observar entre muchas otras cosas, representaciones de cabezas de serpientes.
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Después de iniciadas las primeras excavaciones en la zona arqueológica del Templo Mayor, surgió la necesidad de instalar un museo para exhibir los distintos objetos encontrados y proporcionar a los visitantes una idea, lo más cercana posible, de lo que fue su desarrollo y esplendor. El museo está orientado hacia el poniente al igual que el Templo Mayor; su construcción estuvo a cargo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. Consta de nueve salas y en un sitio estratégico se puede apreciar una reproducción del monolito de Coyolxauhqui. Visita virtual
El Palacio Nacional
Este recinto es la sede del Poder Ejecutivo de México y uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. En su interior se pueden visitar patios, corredores y salones que han sido testigos de importantes acontecimientos de la historia mexicana. Por sus espacios han caminado virreyes, invasores extranjeros, presidentes, dictadores y emperadores, así como alguno que otro revolucionario como Pancho Villa o Emiliano Zapata.
En su larga historia se ha modificado varias ocasiones; una de las más importantes fue la del arquitecto Augusto Petriccioli en 1927, quien añadió al edificio un piso y le dio a la fachada el aspecto que hoy luce. En su interior se encuentran los murales de Diego Rivera, en los que se plasman las principales etapas de nuestra historia. También se puede visitar el Recinto en Homenaje a Benito Juárez en el cual, se conservan las pertenencias, mobiliario y documentos de dicho presidente.
Actualmente es la sede oficial de algunas dependencias del gobierno para actos de protocolo y para las tradicionales celebraciones del Grito de Independencia y del Desfile Militar del 16 de septiembre.
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Catedral Metropolitana
Considerada como una joya de la arquitectura colonial, es la más grande de Latinoamérica y principal templo católico de nuestro país. Construida a lo largo de tres siglos, inició en 1573 y fue terminada hasta 1813 por el arquitecto y escultor neoclásico Manuel Tolsá, reflejan en una misma construcción los distintos estilos arquitectónicos de la época virreinal ya que cuenta con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos que la hacen única en su género. Edificada con cantera gris, mide 110 metros de largo por 54.5 de ancho, al interior los muros son de piedra y el piso es de mármol de Puebla. Tiene cinco grandes altares, 14 capillas, el área del coro (uno de los elementos más destacados en este recinto) ornamentado en estilo barroco con dos órganos monumentales y mobiliario proveniente de las colonias asiáticas del imperio español, destaca la sillería, una crujía, una sala capitular, una sacristía, dos vestidores y cinco puertas principales. La torre oriental tiene 18 campanas y la occidental, siete. Este fascinante templo posee una planta en forma de cruz latina con tres puertas principales hacia el zócalo capitalino (la del centro una puerta jubilar que sólo es abierta en ocasiones especiales).
Se recomienda comprar boleto para subir al campanario. Además de ser un recorrido interesante, ofrece vistas inigualables del Zócalo.
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Es la construcción adosada (edificio especialmente construido unido a otro, con los que comparte una o más paredes laterales) que se encuentra a la derecha de la catedral. Representa el apogeo del barroco, pues éste era el estilo en auge cuando fue edificado en tezontle rojo y cantera blanca por el arquitecto andaluz Lorenzo Rodríguez a finales del siglo XVIII. Cuenta con dos portadas, en la puerta principal, orientada al sur (frente a la plaza de la Constitución), se destacan los doce apóstoles esculpidos en las caras visibles de los cubos de sus cuatro columnas; mientras que en las columnas de la portada que da a la plaza del Seminario aparecen los doce profetas.
La construcción original abarcaba toda la manzana, en ella se encontraban la alhóndiga, el abasto de carne, la fundición para acuñar moneda, la cárcel y lo más importante, el Salón de Cabildos, donde las autoridades se reunían para discernir leyes y ordenanzas para el buen funcionamiento de la capital de la Nueva España. Esta construcción quedó severamente dañada durante el motín de 1692, cuando el pueblo enardecido incendió el Palacio Virreinal y el del Ayuntamiento; las Actas de Cabildo fueron salvadas de las llamas por el ilustre jesuita Carlos de Sigüenza y Góngora.
Para la celebración del Centenario de la Independencia, se inició la total remodelación del inmueble; las obras se iniciaron en 1906 -bajo la dirección del arquitecto Manuel Gorozpe- y concluyeron hasta 1930; desde entonces ha conservado el mismo aspecto. Actualmente es la sede del Gobierno del Distrito Federal.
Se construyó en el antiguo Portal de las Flores, la obra estuvo a cargo de los arquitectos Federico Mariscal y Fernando Beltrán Puga, se llevó a cabo entre los años de 1941 y 1948, además se adecuó al aspecto del Antiguo Ayuntamiento. En su interior se encuentra la pintura mural de Ernesto Montuy, realizada en 1986, donde muestra los pasajes más importantes de la historia de México.
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La calle de Madero, desde el Portal de Mercaderes y hasta la Casa de los Azulejos es una vía que alberga suntuosas residencias, espléndidos templos y comercios tan importantes como la joyería La Esmeralda, enfrente se encontraba el café La Concordia, donde los llamados lagartijos pasaban largas horas mirando pasar a las damiselas que acudían a misa a La Profesa. En esta misma vía tenía su residencia Manuel Gutiérrez Nájera, quien la inmortalizó en los versos de La duquesa del duque Job, seudónimo que identificó a este singular poeta.
Los jesuitas llegaron a la Nueva España en 1572, ellos se distinguieron de otras órdenes religiosas por la intensa labor educativa que desarrollaron. Inicialmente se establecieron en el Hospital de Jesús, mientras encontraban terreno y protectores para construir su primer edificio. Años después construyeron un centro de enseñanza para jóvenes novicios conocido como Casa Profesa, puesto que en él hacían sus votos de profesión, los que además de pobreza y castidad, exigían total obediencia al Papa por encima de la autoridad Real, hecho que contribuyó a la expulsión de los jesuitas en 1767, por orden del monarca español Carlos III. El convento de San José fue cedido a los sacerdotes de la congregación de San Felipe Neri, quienes conservaron el monasterio hasta el siglo XIX, cuando el gobierno incautó los bienes del clero, quedando solamente el templo que hoy conocemos y que es uno de los más suntuosos del Centro Histórico. La pinacoteca de La Profesa conserva valiosas pinturas.
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El edificio que perteneció a la prestigiada joyería La Esmeralda, resguarda uno de los museos de más reciente creación donde se exhibe la rica y variada colección que el escritor Carlos Monsiváis (quien falleciera el pasado 19 de junio de 2010) donó al pueblo de México. En él se puede encontrar arte en el más amplio sentido de la palabra, alrededor de 12,000 objetos que van desde pinturas, grabados miniaturas y fotografías, hasta alcancías, maquetas, calendarios partituras, etc.
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Bien vale la pena desviarse un poco del recorrido por la calle de Madero sobre la calle de Isabel La Católica en el número 31, se encuentra esta interesante construcción en donde también podrá deleitar su paladar en el restaurante. El casino fue construido a finales del siglo XIX por miembros destacados de la colonia española, el diseño y la ejecución estuvieron a cargo de Emilio González del Campo. Sobresale por lo suntuoso de su decoración, el Salón de los Reyes, el vestíbulo y la magnífica escalera.
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Retomando nuestro recorrido por la calle de Madero encontramos esta suntuosa residencia que es considerada la más alta expresión del barroco en la arquitectura novo-hispana. Fue mandada edificar en 1779 por Miguel de Berrio y Saldívar, Conde de San Mateo de Valparaíso como regalo de bodas para su hija. El palacio fue diseñado por el famoso arquitecto Francisco Guerrero y Torres. Debe su nombre a que ahí se alojó Agustín de Iturbide para salir rumbo a su coronación como emperador de México. Actualmente es el Museo Palacio de Cultura Banamex y está enfocado a difundir el arte popular mexicano, y a mostrar parte de la colección particular del Banco Nacional de México.
Se construyó en el predio que ocupó la Casa de la Fieras de Moctezuma, llamada así por tratarse de un zoológico que le pertenecía al monarca. El extenso conjunto conventual, al abarcar una superficie superior a 32 mil metros cuadrados, llegó a ser el más importante de la Nueva España. La mayor parte fue demolida durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, se conserva este templo con una espléndida fachada churrigueresca.
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Palacio de los condes del Valle de Orizaba (Casa de los Azulejos)
La historia de esta casa se remonta al siglo XVI, era propiedad de Damián Martínez quien agobiado por sus acreedores se vio en la necesidad de venderla a Diego Suárez de Peredo en diciembre de 1596. La heredera de la propiedad fue su hija Graciana, casada con Luís de Vivero, segundo conde del Valle de Orizaba. Cuenta la leyenda que después de haber sido habitada por varias generaciones de esta familia, uno de los condes cansado de reprender a su hijo por holgazán y derrochador le repetía “hijo tu nunca irás lejos, ni harás casa de azulejos” al parecer la frase tuvo efecto ya que el joven al cabo del tiempo cubrió la fachada y el interior de la mansión con hermosos azulejos, dando lugar al nombre con el que se le conoce. En el cubo de la escalera encontramos el mural Omnisciencia, obra de José Clemente Orozco. Actualmente es un restaurante en donde se sirven platillos de la cocina tradicional mexicana.
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Torre Latinoamericana
La Torre Latinoamericana considerada el primer rascacielos de la ciudad y en su tiempo la construcción más alta de América Latina. En el piso 44 hay un mirador, en el que podrá disfrutar de una vista panorámica de los cuatro puntos cardinales de la ciudad y, en días despejados, se deleitará con los volcanes Popocatépetl e Ixtaccíhuatl, así como con el Ajusco y la Villa de Guadalupe que rodean el Valle de México.
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Palacio de Bellas Artes
Considerado como el principal foro de arte y cultura en México, es una de las salas de conciertos más hermosas del mundo. La construcción de este impactante edificio empezó en 1905 y duró casi treinta años. La fachada está hecha de mármoles de distintas procedencias y decorado con esculturas; en su interior tiene motivos geométricos y prehispánicos y está ornamentado con murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Jorge González Camarena y Manuel Rodríguez Lozano. También sobresale la cortina de mosaicos de cristal que engalana su teatro principal, el cual tiene capacidad para 2,000 asistentes y es considerado uno de los más notables del país. El recinto es sede del Museo Nacional de Arquitectura, además de agrupaciones nacionales de música y danza.
Vale la pena consultar la cartelera para disfrutar alguna función de ópera, danza, ballet, teatro o uno de los estupendos conciertos que ahí se presentan. En el restaurante que está dentro del propio palacio vale la pena disfrutar de un café, un refrigerio o un aperitivo en un ambiente relajado.
El Palacio de Bellas Artes se ha convertido en un pilar emblemático del panorama urbano de la ciudad de México, razón por la cual en 1987 fue declarado por el Gobierno Federal como Monumento Artístico.
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Alameda Central
Es considerada como el primer parque público de la ciudad. Fue erigida en el siglo XVI por Luis de Velasco II, octavo virrey de la Nueva España, quien interesado en que sus habitantes tuvieran un sitio para disfrutar y pasear, escogió un solar en 1592, más allá de la traza original de la ciudad habitada por la población española. El lugar fue delimitado con una barda de protección y el virrey ordenó plantar cientos de álamos - de donde se derivó su nombre -, los cuales al poco tiempo se secaron y fueron sustituidos por otras especies de árboles.
En el siglo XVII se amplió el jardín y se construyeron calzadas para que en ellas pasearan solamente los miembros de la clase social acaudalada, quienes lucían sus mejores joyas y atavíos. Para el siglo XVIII, la Alameda fue remodelada porque se había convertido en refugio de maleantes. Durante los siglos XIX y XX sufrió otros cambios: se construyeron fuentes monumentales, bancas para descanso, un quiosco, esculturas y el hemiciclo dedicado a don Benito Juárez.
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Museo Mural Diego Rivera
Fue construido en 1986 por el arquitecto José Luis Benlluire Galán, en lo que fuera el estacionamiento del Hotel Regis, exprofeso para albergar el mural Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda Central realizado por Diego Rivera en 1947, que originalmente se encontraba en el Hotel del Prado. A raíz del sismo en 1985, el edificio sufrió graves daños, y gracias a que Rivera realizó la pintura en un tipo de tablero móvil pudo ser rescatada y trasladada a este recinto. En la obra aparecen además del autor en su infancia, la famosa Catrina, Frida Kahlo y las otras esposas del artista, junto a una multitud de personajes destacados de la historia de México.
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Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas
Admisión: $ 15.00
Entrada gratuita: Domingos
Estación del metro: Bellas Artes
El templo del antiguo convento de frailes dieguinos, que desapareció con motivo de las Leyes de Reforma, dio albergue durante varias décadas a la Pinacoteca Virreinal, cuya importante colección fue trasladada al Museo Nacional de Arte. Este espacio expone en la actualidad muestras vanguardistas de arte contemporáneo.
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Si caminamos por la calle de Tacuba, trazada desde la época prehispánica y que era una de las tres calzadas que conectaban a México Tenochtitlan con tierra firme, nos encontraremos con la plaza Manuel Tolsá enmarcada por inmuebles históricos de gran relevancia, no sin antes hacer una parada obligada en El Café Tacuba, uno de los restaurantes más importantes del Centro Histórico, fundado en 1912, dentro de una casona del siglo XVII y donde se puede encontrar una rica variedad de comida típica mexicana como enchiladas verdes, tamales dulces y salados, los coloridos chiles en nogada, los churros con espumoso chocolate y el pan recién horneado.
Plaza Manuel Tolsá
En esta plaza luce majestuosa la estatua ecuestre de Carlos IV de España (quien fue un monarca español justo antes de que México lograra su Independencia), obra del arquitecto Manuel Tolsá. Su elaboración se remonta a 1795, año en que el virrey de la Nueva España don Miguel de la Grúa Talamanca y Branciforte, la encargó a Tolsá, quien entonces ocupaba el cargo de director de escultura de la Academia de San Carlos. Inicialmente estuvo colocada en la Plaza Mayor de México hasta 1824, cuando se pensó fundirlo, debido a los nuevos tiempos políticos que vivía el país. Por este motivo se trasladó al claustro de la Real y Pontificia Universidad. Años más tarde, en 1852 se colocó a la entrada del Paseo de Bucareli, donde permaneció hasta 1979, año de su nueva ubicación frente al Palacio de Minería.
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Este museo se localiza en las instalaciones de lo que fuera el antiguo templo de Betlemitas, y posteriormente el Colegio Militar. El museo fue inaugurado en mayo de 1993, y ofrece al visitante la posibilidad de acercarlo a la historia de nuestro país, a través de los hechos de armas en los que el ejército ha participado, exhibe piezas de gran interés y valor histórico, pertenecientes a los hombres que forjaron nuestra nacionalidad, a cuya memoria el ejército rinde homenaje.
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Museo Nacional de Arte
Durante los últimos años del gobierno del general Porfirio Díaz, previos a la celebración de las fiestas del Centenario de la Independencia, se construyó el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas en terrenos del antiguo Hospital de San Andrés.
El edificio de tres pisos tiene una fachada donde sobresalen elementos clásicos y renacentistas. El interior se distingue por los trabajos de herrería, maderas talladas, vidrios biselados y pinturas que aluden al orden, paz y progreso. En el antiguo palacio funcionó hasta 1981 el Archivo General de la Nación y actualmente alberga al Museo Nacional de Arte, que muestra una colección representativa de arte mexicano del siglo XVI a principios del siglo XX.
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Palacio de Minería
El primero de enero de 1797 se abrió el Real Seminario de Minería en el Hospicio de San Nicolás, hasta que se adquirió un nuevo predio frente al Hospital de San Andrés. En 1797 se inició la construcción del edificio y se encargaron nuevos planos para la obra al maestro de escultura y arquitectura don Manuel Tolsá, quién presentó el proyecto y el 27 de junio de ese mismo año, éste fue nombrado arquitecto director de la obra, cuya construcción se prolongó por espacio de doce años. Actualmente año con año este recinto alberga la Feria del Libro del Palacio de Minería, una de las más concurridas de la ciudad.
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También llamado "Palacio Postal", edificio de refinado estilo inspirado en la arquitectura de Venecia. Está cubierto en su interior con dorada filigrana (trabajo de artesanía realizado con finísimos hilos de metal) y alberga el Museo Postal, en donde el visitante puede admirar además de una colección de buzones, el “Lienzo con Efectos de Mosaico”, de 4 x 5 metros realizado por Pablo Magaña con 48,234 timbres postales de los años 1890 a 1934.
El edificio fue diseñado por el arquitecto italiano Adamo Boari y realizado por el ingeniero Gonzalo Garita.
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El inmueble que ocupa data de finales del siglo XVI, y albergaba el hospital de San Juan de Dios. El edificio estuvo abandonado por varios años; sin embargo, una vez restaurado se instaló el museo que abrió sus puertas en 1986. Su acervo está conformado por la colección de objetos de las llamadas artes aplicadas que el anticuario de origen francés Franz Mayer, logró reunir a lo largo de su vida. En sus salas se exhiben objetos de distintos países elaborados entre los siglo XVI y el XIX, destacan los biombos, la cerámica, el mobiliario y la platería.
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En el año de 1526, a iniciativa de Hernán Cortés, se fundó una archicofradía religiosa conocida como de la Vera Cruz, la cual recibió dos años después unos solares para construir su iglesia que más tarde se convirtió en parroquia. La obra original fue demolida y en 1759 se inició la edificación de una nueva iglesia de estilo barroco, que es la que perdura hasta nuestros días, aunque con algunas modificaciones: la torre, el campanario y las rejas de hierro forjado corresponden al siglo XIX. En esta iglesia se encuentra sepultado el célebre arquitecto y escultor valenciano Manuel Tolsá, a quien se debe la construcción de importantes obras en la Ciudad de México.
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Formó parte del antiguo Hospital de San Juan de Dios. La fachada es de dos cuerpos y destaca su original concha abocinada, y las esculturas de los santos fundadores de órdenes religiosas. Una ventana octagonal ilumina el coro. El templo está erigido sobre una planta de cruz latina; se pueden apreciar las pinturas de San Benito con Santa Escolástica, la Santísima Trinidad, la Virgen del Carmen y de Guadalupe, obras de Germán Gedovius. Los retablos son neoclásicos y se dedicaron a San Antonio de Abad y a San Benito.
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Antiguo edificio del Arzobispado (Museo de la SHCP)
El sitio ocupado por el Antiguo Palacio de Arzobispado, formó parte del Templo Mayor de Tenochtitlan, en él se encontraba el adoratorio dedicado al dios Tezcatlipoca. El terreno fue adquirido por fray Juan de Zumárraga, quien lo compró a Hernán Medel para construir la mansión episcopal. En la actualidad alberga el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; en sus seis salas se muestra una colección de arte contemporáneo iniciada en 1957, cuando algunos artistas propusieron el pago de impuestos con obras de arte.
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Con este nombre se conoce al convento femenino de San José de carmelitas descalzas, fundado en 1616. El templo era uno de los más bellos de la ciudad y una magnífica muestra del barroco. Cuenta con dos portadas en las cuales se aprecian las columnas salomónicas, la cúpula es octogonal, y sostenida por un tambor de grandes ventanales limitados por columnas. La construcción se inició en 1859 y estuvo a cargo del arquitecto Lorenzo de la Hidalga, la antigua fue destruía por un terremoto. Actualmente forma parte del Centro Cultural Ex Teresa, lugar donde se exponen las disciplinas artísticas de mayor vanguardia en México.
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Sitio de la primera Imprenta de América
En la esquina de las calles Licenciado Verdad y Moneda una placa indica el sitio donde se instaló la primera imprenta de América, gracias a las gestiones del virrey Antonio de Mendoza y del obispo Juan de Zumárraga. El impresor Geovani Paoli arribó a la Nueva España en 1539 enviado por Juan Cromberger, al castellanizarse el nombre fue conocido como Juan Pablo. El primer libro que editó fue La Breve y más Compendiosa Doctrina Cristiana en lengua mexicana y castellana que contiene las cosas más necesarias de nuestra santa fe católica, para el aprovechamiento de estos indios naturales y salvación de sus ánimas, obra escrita por fray Juan de Zumárraga.
Actualmente, el inmueble se ha convertido en el primer museo en su tipo, dedicado a la difusión, la promoción y el estudio del libro en todas sus modalidades. El Museo del Libro, dependiente de la UAM, cuenta con la librería Juan Pablo, nombrada en honor del primer impresor americano. Justo aquí es donde se exhibe la cabeza de la serpiente hallada durante la restauración de la casona.
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Museo Nacional de las Culturas (Antigua Casa de Moneda)
El Museo Nacional de las Culturas está ubicado en el local que durante el virreinato ocupó la Casa de Fundición o de Moneda, que formaba parte del Palacio Virreinal. Su construcción se inició en 1570 bajo la dirección de Miguel Martínez en los terrenos donde se encontraba en la época prehispánica el segundo palacio de Moctezuma, que se llamaba Tlillanalco o Casa Denegrida.
En 1850, la Casa de Moneda se trasladó a la calle del Apartado y en 1865 el Emperador Maximiliano decidió instalar allí el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia, Fue entonces cuando Lorenzo de la Hidalga, arquitecto neoclásico, restauró el edificio. El museo fue disminuyendo conforme sus colecciones se trasladaron a nuevos recintos, hasta que en 1966 se convirtió en Museo Nacional de las Culturas que alberga en sus salas, objetos sobre diversos pueblos del mundo.
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Las casas del Mayorazgo de Guerrero -localizadas una frente a la otra en la esquina de la calle de Moneda y Correo Mayor-, pertenecieron a la familia Guerrero Dávila. Las construcciones de dos pisos datan del siglo XVII.
La llamada Casa Chica albergó el taller del famoso grabador mexicano José Guadalupe Posada (1852-1913). La Casa Grande, o principal, cuenta con un portón de madera labrada que da acceso al patio central. En el cubo de la escalera destaca el mural al fresco titulado “La Música”, obra del reconocido pintor oaxaqueño Rufino Tamayo, que data de 1933. A partir de 1975, el inmueble pasó a ser propiedad del Instituto Nacional de Antropología e Historia que lo destinó para Departamento de Prehistoria.
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El rey Carlos III encomendó a Jerónimo Antonio Gil la fundación de una escuela de grabado, que más tarde se convirtió en la Academia de San Carlos -inaugurada en 1785-, en donde se impartían clases de pintura, escultura y arquitectura. En aquella época, se abandonó el gusto por el barroco dando paso al neoclasicismo, y la academia se convirtió en el lugar donde se formaron los artistas portadores del cambio. El edificio ha sufrido múltiples reconstrucciones, una de las más importantes se efectuó en 1846 bajo la dirección del arquitecto Javier Caballari y el escultor Manuel Vilar, a quienes de deben la fachada, la biblioteca y el antiguo salón de actos.
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El antecedente del templo actual se remonta hasta 1526, cuando Hernán Cortés designó un sitio para que se estableciera la cofradía de la Santísima Trinidad. El templo fue edificado en el siglo XVIII, en el sitio donde se localizaba la ermita original, magnifica muestra del barroca que hoy vemos, cuya obra se atribuye al arquitecto Lorenzo Rodríguez. Finalmente la obra se concluyó en 1779.
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Hacia el sur de la plaza encontramos la calle de José María Pino Suárez, que da salida al tránsito vehicular y que antaño era el camino que comunicaba a la gran Tenochtitlan con los pueblos, en ese entonces, vecinos de Coyoacán, Iztapalapa y Xochimilco; encontramos importantes instituciones, casonas y templos que evocan tiempos de antaño. Iniciamos por el conjunto escultórico que nos recuerda el mito de la fundación de esta ciudad: el águila sobre el nopal devorando a la serpiente, y continuamos con interesantes edificios:
Suprema Corte de Justicia de la Nación
Este edificio de sobrio aspecto se construyo en los terrenos que ocupó la Plaza del Volador, la primera piedra se colocó en 1936 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas. Realizado por el arquitecto Antonio Muñoz García, destacan en sus interiores murales del pintor José Clemente Orozco, así como tres estatuas en bronce de los importantes juristas Ignacio L. Vallarta, Mariano Otero y Manuel Crescencio Rejón. En la enorme puerta de acceso fabricada en bronce pulido por el escultor Ernesto Tamariz, se aprecian cuatro altorrelieves que aluden etapas trascendentales de la historia de México: la Evangelización, la República Federalista, la Reforma y el México moderno e institucional. Ver sitio web
Localizado en la calle de Venustiano Carranza, a un costado de la Suprema Corte se encuentra este templo único vestigio de lo que fue el noviciado de Porta Coelli –puerta del cielo–, construido por los dominicos que llegaron a la Nueva España en 1526. Para su construcción contaron con la donación que hizo doña Isabel de Luján de unas casas que tenía cerca de la Real y Pontificia Universidad y del Palacio Virreinal.
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Este palacio fue propiedad de Juan Gutiérrez de Altamirano –corregidor de Texcoco- quien fundó en 1558 un mayorazgo que más tarde se convirtió en condado del que formaron parte los pueblos de Calimaya y Metepec entre otros en el valle de Toluca. La primera construcción fue de estilo plateresco, pero en la segunda mitad del siglo XVIII tuvo que ser totalmente reconstruida por el arquitecto Francisco Guerrero y Torres.
El inmueble es de estilo barroco, conserva unas gárgolas en forma de cañón en la parte superior de la construcción. El portón principal de madera tallada en Filipinas es considerado el más elegante de los que ornamentaron casas y palacios en la ciudad. El patio interior está presidido por una fuente donde una sirena de doble cauda tañe su laúd. A fines del siglo XIX la casa fue ocupada por el pintor Joaquín Clausell, quien plasmó en las paredes de su estudio una singular profusión de formas y colores. Actualmente es sede del Museo de la Ciudad de México. Más información
Se trata de la primera institución de este tipo creada en México, se fundó en 1523 bajo el título de Purísima Concepción a iniciativa de Hernán Cortés, quien obtuvo del Papa Clemente VII un documento designándolo patrono de la institución, así como a sus descendientes, privilegio que guardó hasta el año de 1932 cuando murió el último de sus familiares varones, pasando el establecimiento a manos de un patronato administrado por médicos mexicanos. Ver video / Más información (nota del periodico El Universal)
Su construcción se inició a finales del siglo XVI pero por diversas razones, entre ellas la falta de recursos económicos concluyó hasta 1665; fue entonces cuando la indígena Petronila Gerónima -una rica cacique de la zona- obsequió al templo una imagen de Jesús Nazareno que pronto fue ampliamente venerada, razón por la cual se conoció tanto al templo como al hospital adjunto con el nombre de Jesús.
Colegio de Cristo (hoy Museo de la Caricatura)
Fue fundado a mediados del siglo XVII por don Cristóbal de Vargas y Valadez, quien estipuló en su testamento que llevara perpetuamente el nombre de Colegio de Cristo y se dedicara a la formación de estudiantes pobres que desearan ser sacerdotes. En 1772, debido a la carencia de fondos para su mantenimiento, el virrey Antonio María de Bucareli ordenó el traslado de los estudiantes al colegio de San Ildefonso; a partir de entonces al inmueble se le dieron distintos usos. Actualmente alberga al Museo de la Caricatura y al Salón de la Plástica Mexicana. Ver video / Mas información (nota periodística)
Su fundación se debe a doña María Ignacia Azlor, quien se trasladó a España para obtener de Fernando VI el permiso necesario. Adjunto al convento y colegio se edificó el templo, que está considerado como ejemplo de la culminación del estilo barroco y fue consagrado en 1754. Ver sitio web
Antiguo Colegio de San Ildefonso
Fue una de las instituciones educativas más importantes de la capital de la Nueva España, fundado por los jesuitas en 1588. El edificio corresponde a la arquitectura del siglo XVIII, época de auge económico debido a la explotación minera. La majestuosidad de la construcción, con relieves de mármol en sus dos portadas, deriva de tal esplendor. La capilla, con dimensiones de iglesia, contaba con gran número de altares, ornamentos y alhajas, las cuales se perdieron tras la expulsión de los jesuitas. Posteriormente, al inmueble se le dieron distintos usos hasta que en 1865, se convirtió en el primer recinto de la Escuela Nacional Preparatoria. Años más tarde, este recinto fue la cuna del muralismo mexicano; pintaron sus muros artistas de la talla de Diego Rivera, Jean Charlot, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Fernando Leal.
Horario: Martes de 10:00 a 20:00 horas. Miércoles a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Informes 5702 6378 / 5795 5922
servicios@sanildefonso.org.mx
Ver sitio web / Video parte1, Video parte 2
Plaza de Santo Domingo
La plaza de Santo Domingo, segunda en importancia después de la plaza Mayor, está estrechamente relacionada con el establecimiento de la orden de religiosos dominicos en la Nueva España. Inicialmente, el espacio sirvió para adoctrinar a la población indígena, más tarde fue lugar de reunión para asistir a los autos de fe de la Inquisición; funcionó también como mercado y circo. En el siglo XIX los escribanos públicos o evangelistas se establecieron en el sitio, en el llamado portal de los evangelistas. Éstos son hasta la fecha los personajes más característicos de la plaza.
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Templo de Santo Domingo
Fue el primer convento que los dominicos construyeron en la capital novohispana en el siglo XVI, en un terreno en el que posteriormente se levantaría el Tribunal del Santo Oficio. Más tarde, se trasladaron al lugar donde hoy vemos el templo, cuya fecha de edificación va del año de 1716 a 1736. Su interior es de una sola nave con capillas laterales, las cuales lucieron en sus mejores tiempos retablos de maderas doradas y esculturas estofadas. La más lujosa era la capilla del Rosario, derribada a raíz de las nuevas Leyes de Reforma. Con ello se fragmentó el espacio conventual que fue vendido a particulares.
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El Tribunal del Santo Oficio se estableció oficialmente en el año de 1571, cuando fue nombrado inquisidor mayor Pedro Moya de Contreras. La Inquisición había sido fundada en España por los Reyes Católicos, Fernando e Isabel en 1478. El primer país del nuevo continente que tuvo esta institución fue Santo Domingo y posteriormente, la Nueva España. Para albergar la dependencia se adquirieron terrenos a un costado del convento de Santo Domingo. El primer edificio no logró sobrevivir debido a la humedad del subsuelo, por lo tanto fue necesaria la edificación de uno nuevo, obra que dirigió el arquitecto Pedro Arrieta en 1736.
El Tribunal del Santo Oficio fue suprimido definitivamente en 1820; por lo que en el edificio se estableció primero, el gobierno del Estado de México y más tarde, el Tribunal de Guerra, la escuela Lancasteriana, la de Medicina, la de Enfermería y finalmente, el Museo de Historia de la Medicina en México.
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RECORRIDO TURIBÚS: CENTRO HISTÓRICO-CHAPULTEPEC
Si además del Centro Histórico quieres conocer otros puntos principales en la ciudad, te sugerimos hacerlo a bordo del Turibús. Este recorrido es un poco más amplio, en distancia, pero más breve en las visitas a lugares específicos del Centro Histórico. El pasaje tiene vigencia de uno o dos días, de manera que durante el recorrido el turista puede descender en cualquier parada, y continuar con el paseo en el momento en que lo decida. En el Centro Histórico hace paradas en la Alameda (Hemiciclo a Juárez), en el Zócalo, en el museo Franz Mayer, en la plaza Manuel Tolsá y en la plaza de San Fernando. Por el rumbo de la avenida Paseo de la Reforma, recorre sitios emblemáticos de la ciudad: El Ángel de la Independencia, La Plaza de la Revolución, el Museo Nacional de Antropología, el Auditorio Nacional y el Bosque de Chapultepec, entre otros.
Horarios: Inicia 9:00 horas. Termina a las 21:00 horas (en la parada más cercana de la unidad).
Tarifas. Lunes a viernes 1 día: $125.00; dos días: $180.00.
sábados, domingos y días festivos 1 día: $145.00; dos días: $210.00.
Niños y personas con discapacidad, tienen descuentos.
El boleto se adquiere a bordo del autobús.
www.turibus.com.mx
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Tranvías Culturales
Recorridos en replicas de tranvías tradicionales de principios del siglo XX, bajo la conducción de guías especializados por las iglesias más importantes del Centro Histórico, por las cantinas más emblemáticas, por una de las calles más importantes de esta zona, la de Madero, antes Plateros; por las leyendas más famosas de la capital del país, y por espacios recuperados, forman parte de la oferta del Programa Paseos Culturales en tranvía de la Secretaría de Cultura para los habitantes y visitantes del Distrito Federal.
Informes y reservaciones
Coordinación de Paseos Culturales: 55 42 00 83 y 55 22 99 36, ext. 109.
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx
www.cultura.df.gob.mx
Tel. 54 91 16 15
En dos horas se recorre y visita tres de las principales iglesias del Centro Histórico, con un guía que narra la historia de estos bellos inmuebles.
Domingos 10:00 horas.
Costo: $150.00 adultos; $120.00 estudiantes, maestros y tercera edad; $100.00 niños. La salida es en un costado de Bellas Artes.
También se hacen programas nocturnos, así como especializados, servicio a grupos y visitas especiales a Museos: Templo Mayor, Palacio Nacional, Catedral Metropolitana, Antiguo Palacio del Arzobispado, Museo del Ejército. Guías en inglés, francés y alemán para grupos mayores de 20 personas, previa reservación.
Informes y reservaciones:
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/patrimonio-programa
Tel. 54 91 16 15
En 45 minutos se recorren los edificios y calles donde se han desarrollado las historias y leyendas del Centro Histórico, como Donceles, El Carmen, Moneda, República de Perú, Argentina, Venezuela y Santo Domingo.
Lunes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Costo: $35.00 adultos; $25:00 tercera edad, estudiantes y maestros; $20:00 niños.
La salida es un costado de Bellas Artes.
Informes y reservaciones:
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/patrimonio-programa
Tel. 54 91 16 15
Durante 45 minutos recorra las calles y los edificios en donde se han desarrollado las historias y las leyendas del centro histórico más importante de Iberoamérica. Calles de 5 de Mayo, Tacuba y Zócalo.
Lunes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Costo: $35.00 adultos; $25:00 tercera edad, estudiantes y maestros; $20:00 niños.
La salida es en un costado de Bellas Artes.
Informes y reservaciones:
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/patrimonio-programa
Tel. 54 91 16 15
En dos horas comparta la emoción y la magia de las leyendas y sucesos fantásticos, narrados por personajes caracterizados de la época. Se recorren callejuelas con escenarios como iglesias y palacios de gran valor patrimonial de la zona oriente del Centro Histórico.
Martes 20:00 horas.
Costo: $100:00 adultos; $80:00 estudiantes, maestros y tercera edad; $60:00 niños.
Informes y reservaciones:
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/patrimonio-programa
Tel. 54 91 16 15
En dos horas se invita a los asistentes a conocer las cantinas típicas del Centro Histórico. Se relata parte de la tradición del alcohol, las tabernas, botillerías, pulquerías, salones texanos y salones franceses, mientras en el tranvía se ofrece un poco de vino. Es un recorrido recreativo que inicia con un coctel de bienvenida. Se visitan tres cantinas.
Cantinas a visitar: La Faena, fundada en 1945 donde sesionaba la Asociación Mexicana de Novilleros, es autonombrado este establecimiento como el único museo taurino del Centro Histórico, es la cantina más pintoresca de la ciudad. La corona y el Bar Nuevo León, llamada la quinta sala establecida en el inmueble donde Lagrange hiciera las primeras pruebas del telégrafo en nuestro país.
Jueves 20:00 hrs.
Costo general $100.00.
Informes y reservaciones:
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/patrimonio-programa
Tel. 54 91 16 15
En dos horas se invita a los asistentes a conocer las cantinas típicas del Centro Histórico. Se relata parte de la tradición del alcohol, las tabernas, botillerías, pulquerías, salones texanos y salones franceses, mientras en el tranvía se ofrece un poco de vino. Es un recorrido recreativo que inicia con un coctel de bienvenida. Se visitan tres cantinas.
Cantinas a visitar: La Faena, fundada en 1945 donde sesionaba la Asociación Mexicana de Novilleros, es autonombrado este establecimiento como el único museo taurino del Centro Histórico, es la cantina más pintoresca de la ciudad. La corona y el Bar Nuevo León, llamada la quinta sala establecida en el inmueble donde Lagrange hiciera las primeras pruebas del telégrafo en nuestro país. Jueves 20:00 hrs. Costo general $100.00.
Informes y reservaciones:
paseosculturalesdf@yahoo.com.mx http://www.cultura.df.gob.mx/index.php/patrimonio-programa
Tel. 54 91 16 15
Paseos Culturales INAH
El Instituto Nacional de Antropología e Historia tiene algunos recorridos por el Centro Histórico que varían dependiendo de la temporada, por lo que le sugerimos consultar su página web: o bien llamar a los teléfonos de este instituto.
Oficina de Reservaciones y Ventas
Museo Nacional de Antropología
Paseo de la Reforma y Gandhi s/n
Tel: 55 53 23 65/ 55 53 38 22 /
52 12 23 71 / 52 12 23 72 /
Fax 55 53 38 34
de lunes a viernes de 9:30 a 18:00 hrs.
www.gobiernodigital.inah.gob.mx / Ver video
Av. Nuevo León núm. 56 Piso 9 Col. Hipódromo Condesa
C.P. 06100, Cuauhtémoc, México D.F.
Tel. 01(55) 52-86-70-11
http://www.mexicocity.gob.mx
Dirección: Av. de la Paz 26, Chimalistac.
Álvaro Obregón. DF.
Teléfono: 1719 3000
culturama@cultura.df.gob.mx
http://www.cultura.df.gob.mx/
Oficina de Reservaciones y Ventas
Museo Nacional de Antropología
Paseo de la Reforma y Gandhi s/n
Tel: 55 53 23 65/ 55 53 38 22 /
52 12 23 71 / 52 12 23 72 /
Fax 55 53 38 34
de lunes a viernes de 9:30 a 18:00 hrs.
http://www.gobiernodigital.inah.gob.mx/mener/index.php?contentPagina=9