Próspero sueña Julieta trae el legado de dos personajes clásicos de William Shakespeare
Obra escrita por el dramaturgo José Sanchís Sinisterra y dirigida por Ignacio Flores de la Lama, participan Ausencio Cruz y Daniela Zavala.
Un discurso onírico acompañado de reflexión permite traer a la actualidad el legado de dos personajes clásicos de William Shakespeare en la obra Próspero sueña Julieta (o viceversa), la cual inició temporada la noche de este lunes 7 de septiembre en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico del Conaculta.
En esta puesta en escena aparece Próspero, quien ya no es el anciano venerable de La tempestad, y Julieta, una joven que sale de su cripta para platicar con Romeo y lamentarse de las prisas y la impaciencia que los llevaron a un trágico desenlace.
Próspero (Ausencio Cruz) sigue invocando tempestades en una isla perdida, mientras que Julieta (Daniela Zavala) se aleja de la imagen de mujer apasionada que muere de amor, por lo cual se presentan situaciones que rayan en lo delirante y lo cómico.
Escrita por el dramaturgo español José Sanchís Sinisterra y dirigida por Ignacio Flores de la Lama, la obra expone a dos seres que se rebelan contra sus instintos para tratar de encontrarle sentido a su existencia.
En las actuaciones destaca el trabajo de Ausencio Cruz, quien demuestra su habilidad nata para hacer reír a los espectadores, en el papel de un hombre achacoso y un tanto neurótico.
A pesar que los actores utilizan un vestuario de época, aparecen algunas referencias a la vestimenta actual, pues Próspero porta una playera de salvavidas y Julieta unos tenis Converse rojos.
También sobresale Daniela Zavala como una Julieta de mentalidad adolescente en el cuerpo de una adulta que cita frases de Romeo y Julieta, quien parece tener principios de Alzheimer.
A pesar que los actores utilizan un vestuario de época, aparecen algunas referencias a la vestimenta actual, pues Próspero porta una playera de salvavidas y Julieta unos tenis Converse rojos.
Cada personaje desarrolla un monólogo para luego dar paso a la interacción entre ambos, lo cual da pie a una confrontación que abre un campo de juego para la comedia.