Ofrenda 101
Ofrenda 102
Ofrenda 103
Ofrenda 104
Ofrenda 105
Ofrenda 106
Ofrenda 107

Ofrenda 102

Esta ofrenda constituye uno de los hallazgo más impresionantes en lo que se refiere a la preservación de los elementos. Dentro de una caja hecha de piedra fueron colocados objetos de papel, madera, textiles, restos vegetales y de animales, así como piezas cerámicas y de piedra. Después de haberlos ofrendados, la caja se selló con argamasa, lo cual fue uno de los factores que permitió que los materiales orgánicos permanecieran en buen estado.

La conservación fue tan extraordinaria que se pudieron localizar restos de piel de serpiente, de jaguar, follaje de mezquite y yauhtli (conocida como pericón), semillas de quelite y chía, una máscara de madera con un tocado de papel, un cetro de papel amate , un guaje (calabazo) un collar de caracoles, cubiertos por plumas y cascabeles de cobre, figurillas de copal y prendas elaboradas en algodón, entre las que destaca un chaleco hecho en algodón, mejor conocido en tiempos mexicas, como xicolli.

No es común encontrar este tipo de materiales en los contextos arqueológicos. La mayoría de las veces podemos observarlos en los códices, como las bolsas de papel y el xicolli, los cuales conformaban parte del atuendo ritual de los sacerdotes. De tal manera que con el hallazgo de esta ofrenda, tal pareciera que estas fuentes pictóricas cobraran vida.